GETAFE/Reportaje (27/04/2025) – Están en el aire, vigilándonos; a veces los vemos y otras no, pero ellos sí nos pueden seguir de cerca a través de los medios tecnológicos más avanzados. Son imprescindibles en visitas de Estado, en partidos de fútbol, en manifestaciones o con movimientos de la Casa Real. Son la Unidad Aérea de la Policía Nacional y despliegan sus Ángeles cada vez que es necesario. Hasta ahora desde Cuatro Vientos; en breve lo harán desde Getafe.
Cuentan con 28 helicópteros, dos aviones, uno de ellos incautado en la operación Malaya, y un tercero que llegará en breve, más de 120 drones, una escuela de formación propia, centro de mantenimiento… y operan 24 horas en servicios programados o emergencias por toda España. La Unidad Aérea de la Policía Nacional va a trasladar su sede central a Getafe, al polígono de Carpetania, junto a Airbus y el que será también el Museo de aviones históricos de la Fundación Infante de Orleans.
Desde allí se centralizarán las operaciones de los 58 pilotos, más de medio centenar de mecánicos o los especialistas de drones con los que cuentan. “Es una comunidad potente que conlleva mucho trabajo, mucha gestión y mucha logística”, explica Pedro Prieto, comisario principal y jefe de la Unidad Aérea de la Policía Nacional (UAP).
Son el apoyo aéreo a unidades de Policía como la de Seguridad Ciudadana, Información o Judicial que operan en tierra y lo hacen también en “ámbitos relacionados con la lucha contra el terrorismo y también misiones humanitarias cuando es preciso”, cuenta. “Diariamente hay unos vuelos preventivos. El concepto de seguridad subjetiva es muy importante y un helicóptero se ve más que 100 vehículos policiales”.
Y en eventos especiales “lo que hacemos es transmitir y grabar imágenes en directo, con una nitidez espectacular. Y en cuanto a emergencias, tenemos tripulación 24 horas, y nos ponemos en marcha de forma inmediata, coordinados con los servicios de tierra. Los arranques del helicóptero de emergencia tardan entre dos y cinco minutos y actualmente en la base de Cuatro Vientos o en su día Getafe, en el centro de Madrid estamos en cinco minutos”.
La destrucción que provocaron las inundaciones en Valencia hizo que la UAP se movilizara de inmediato con apoyo fundamental desde el aire a zonas que era imposible acceder por tierra. Las imágenes iniciales que se publicaron en el momento que fue posible volar eran de la Policía. “El mayor problema que había era el acceso a zonas que estaban inundadas. Nosotros transmitimos con imágenes, que además fueron cabecera de muchos telediarios, cómo estaba la situación de las vías de acceso de toda la zona de Valencia y la forma de acceder a los sitios donde fuera posible”.
Apoyaron en las labores de rescate aportando “información de gente que tuviera posibilidad de estar aislada” e incluso hicieron el transporte de emergencia de algunas personas incomunicadas al aeropuerto. Uno de sus drones, de hecho, fue el primero que entró en el parking de Bonaire, donde no se sabía si había fallecidos. “La forma más segura de operar antes de pasar cualquier persona era inspeccionar con el dron, que tiene un sistema de cámaras y de focos para, en una zona oscura, operar, dar la información hasta que sea seguro entrar en el interior”.
También hicieron lo propio en colegios o edificios aislados, comprobando si había víctimas. La información fidedigna es imprescindible ante una emergencia y en el volcán de la Palma fueron punta de lanza para aportar imágenes de cómo se estaban desarrollando las colas de lava. “Estuvimos operando con los helicópteros, hasta que por contaminación no fue seguro por la ceniza en suspensión, y lo hicimos con drones. Perdimos dos drones, pero sí sirvió para dar imágenes de dónde era preciso afrontar la ayuda a la población”.
Cada mañana los científicos recibían una precisa información, ya editada que fue muy valiosa para desplegar la ayuda. “Durante el Covid, hicimos también una labor muy importante. El espacio aéreo se cerró por motivos comerciales y fuimos los que por medio de tanto aviones como helicópteros, proporcionamos equipos, EPIS y demás material a todas las bases de policía que había, sobre todo en Canarias, en las islas, en Melilla, en Ceuta, para que tuvieran las medidas adecuadas de protección”, explica el comisario sobre otro de los momentos críticos que han tenido que afrontar en los últimos años.
Además de la central de Madrid, la UAP cuenta con bases estratégicas emplazadas en Vigo, Zaragoza, Valencia, Palma de Mallorca, Málaga, Sevilla, Gran Canaria… y Dakar en Senegal. “En el año 2006 con la crisis de los cayucos empezamos con un acuerdo bilateral bajo el paraguas de Frontex con Senegal para coordinar y por lo menos gestionar la inmigración irregular en origen, en Dakar. Tenemos un helicóptero destacado durante todo el año, con una tripulación que vamos cambiando cada mes y en coordinación con las autoridades senegalesas, en este caso tanto con el ejército senegalés como con la Armada, pues afrontamos misiones conjuntas para evitar la emigración irregular en origen”.
La UAP cumple este 2025 el medio siglo de historia y desde que se formó la unidad Cuatro Vientos ha sido su casa. “Es una unidad muy antigua. Se empezó en el año 85 con la convocatoria del primer curso de pilotos. Antes la formación inicial se hacía junto al Ejército del Aire en la base de Armilla. De hecho, este hangar inicialmente lo compartíamos con ellos”.
Un espacio que hace años se les ha quedado pequeño. “Hemos crecido de una forma tremenda”. Desde ese hangar hacen el mantenimiento de todos los helicópteros y aviones con los que cuentan en el territorio nacional. “Un tercio de la flota está en mantenimiento: de esos 28, alrededor de 10 están aquí en Madrid. Cuando hay un trabajo que excede de las labores propias del mantenimiento de las bases territoriales, se desplaza a un equipo también de Madrid para labores puntuales y realizar el trabajo específico en la base”.
La nueva sede en Getafe El proyecto se inició hace más de una década, cuando también se comenzó a hablar del traslado de la FIO al municipio que también es la sede de Airbus. Se guardó en un cajón, pero nunca se olvidó. La UAP necesitaba más espacio y Getafe es la cuna de la aviación. La simbiosis solo tenía que esperar el momento adecuado.
“El ámbito de Carpetania es un win-win: todos ganamos, para nosotros es ideal y para Getafe entiendo que también da prestigio tener una unidad como la nuestra y aparte el plus de seguridad, de ver el helicóptero de forma más recurrente en el entorno de Getafe”.
Este proyecto culminó el 1 de abril con la firma del convenio con el Ministerio del Interior y el Ayuntamiento de Getafe y que supondrá una inversión de 30 millones de euros. “El proyecto está todavía en estudio, pero va a ser un hangar de mínimo 12.000 metros, donde queremos diferenciar la parte operativa, o sea, del día a día de la Policía, del trabajo de los helicópteros, de la parte de mantenimiento y formación. Inicialmente el diseño será en dos salas”.
Comienzan los trámites administrativos, de segregación de parcelas, proyectos y permisos también con el Ejército del Aire para acceder a la pista… “pero yo espero que en dos años estemos ya desplazados. Nos urge”.
Y tienen la total disposición del Gobierno municipal. “Comenté con la alcaldesa de Getafe que es un proyecto muy bonito, va a traer también oportunidades en el parque tecnológico Carpetania, donde hay mucha industria aeronáutica y con Airbus, que tenemos trato continuo, ya que nuestras naves son suyas”. La cuenta atrás para el traslado comienza.