GETAFE/A fin de cuentas (27/03/2025) – La salud mental ya no es tabú. Es un aspecto en el que hemos avanzado como sociedad. Ya nadie se echa las manos a la cabeza cuando alguien te cuenta que necesita la ayuda de un psicólogo o de un profesional que te ayude con los problemas de ansiedad, de depresión o cualquier otro trastorno. Y aunque está socialmente aceptado, todavía nos sorprende cuando una persona pública explica abiertamente su lucha personal con la salud mental. Samuel García, concejal de Más Madrid Compromiso con Getafe, ha afrontado con valentía esta situación, abriéndose a los vecinos en una carta abierta en la que ha explicado sin tapujos su decisión de renunciar a su cargo para cuidar de su cabeza, para recuperarse de los problemas de salud mental que sufre. Visiblemente emocionado se ha despedido del Pleno y ha dado un paso a un lado, con los aplausos de los compañeros de bancada. Gracias, Samuel.
Vivimos tiempos convulsos en los que todo gira demasiado rápido a nuestro alrededor. A veces es imposible asumir lo que sucede y nuestra cabeza se resiente. Maite Rodríguez ha tenido que vivir estos últimos cinco años con esa losa tras ser una de las víctimas de los protocolos de la vergüenza que dejaron a 7.291 mayores en residencias sin posibilidad de salvación al no derivarlos a hospitales. Su madre, Petra, murió en ese primer momento de la pandemia. En estos años ha tenido que lidiar con la culpa y con la frustración, pero ahora ha sido capaz de reponerse y plantarle cara a la administración. Era una persona anónima, una de las 7.291 víctimas, pero un tuit de Miguel Ángel Rodríguez, poniendo en duda su historia, le ha hecho dar un paso al frente. Su testimonio es duro, pero también esclarecedor. Y su lucha es de justicia para conseguir saber lo que sucedió en aquellas fatídicas semanas.
Es una mujer más en lucha contra la sociedad, que podría haber formado parte de las entrevistas que ha llevado al papel en un libro Sonia Baños bajo el título Con G de Guerreras. Historias que inspiran y que consiguen hacer que las mujeres no nos sintamos solas en nuestras batallas personales. Algunas más grandes, otras más pequeñas, pero luchas al fin y al cabo.
Lucha también la que tienen los vecinos del Plan Vive en Los Molinos, que también pelean contra la administración por los desperfectos y los abusos en los contratos por unas viviendas de alquiler público que hacen aguas. La Comunidad de Madrid, que ha promovido el proyecto, ha dado la callada por respuesta y los vecinos buscan la ayuda del Ayuntamiento para tratar de corregir estos abusos. De la ilusión a la frustración, así viven ahora. No son tiempos fáciles para mantenerse en equilibrio mental, pero hay historias y luchas que nos pueden ayudar a tomar perspectiva.
Cuidemos de nuestra cabeza.
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