GETAFE/Varios (30/01/2025) – Dolor de garganta, nariz congestionada y esa sensación de pesadez en la cabeza que parece no ceder. Estos son los síntomas más comunes del resfriado, una afección respiratoria que todos hemos padecido alguna vez. Pero, ¿cuánto tiempo deberías esperar antes de preocuparte?
En general, un resfriado común dura entre siete y diez días, aunque en algunos casos puede extenderse hasta dos semanas, especialmente si el sistema inmunitario está debilitado. Sin embargo, la gripe, aunque también es una enfermedad respiratoria, tiene características diferentes que pueden ser más preocupantes, y saber distinguirlas es clave para actuar correctamente.
El resfriado es una afección más leve que evoluciona gradualmente. Sus síntomas incluyen congestión nasal, dolor de garganta, estornudos frecuentes y, en ocasiones, una tos leve. La fiebre no es común en adultos, y rara vez se desarrollan complicaciones graves. En este caso, la recuperación no suele requerir más que reposo, hidratación y, en caso necesario, analgésicos para aliviar molestias leves.
Por otro lado, la gripe aparece de forma repentina y suele ser mucho más intensa. Fiebre alta, dolores musculares, escalofríos, sudoración y una tos seca persistente son algunos de los síntomas más característicos. A menudo también se acompaña de debilidad extrema, dolor de cabeza y, en los casos más graves, dificultad para respirar o mareos.
Aunque la mayoría de las personas sanas pueden superar la gripe con reposo y cuidados básicos en una semana, hay situaciones en las que acudir al médico es esencial. Como indican en Mayo Clinic, ciertos grupos de personas tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir complicaciones graves como neumonía, bronquitis o infecciones secundarias. Los grupos de mayor riesgo incluyen:
Incluso si no perteneces a un grupo de riesgo, es importante estar atento a ciertos síntomas que podrían indicar una evolución más seria de la enfermedad. Será especialmente recomendable la atención médica si presentas:
En el caso de los niños, presta especial atención a signos como labios azulados, deshidratación (pocas lágrimas al llorar o ausencia de orina) o un estado general de letargo.
Ante los síntomas de resfriado o gripe, es imprescindible descansar, mantener el cuerpo hidratado y hacer seguimiento de los propios síntomas. Especialmente vigilar la evolución de la fiebre y prestar atención a posibles cambios en la intensidad de los síntomas.
Para aliviar el malestar, Cresfarma propone recurrir a medicamentos de venta libre como paracetamol o ibuprofeno para reducir la fiebre y el dolor. Si hay congestión nasal, sugieren el uso moderado de descongestionantes, teniendo especial cuidado en personas con hipertensión. Para combatir los estornudos y la secreción nasal, los antihistamínicos pueden ser útiles, preferiblemente por la noche debido a su efecto sedante.
Son de especial relevancia también medidas sencillas como mantener una buena higiene, lavándose las manos con frecuencia para evitar contagios, y optar por remedios naturales como té con miel para calmar la garganta irritada.
Es importante tener en cuenta que los tratamientos contra la gripe y el resfriado están diseñados para aliviar los síntomas, pero no curan la enfermedad. Por ello, se recomienda acudir al médico si los síntomas persisten más allá de los 7-10 días o si empeoran, especialmente en personas con enfermedades preexistentes o en grupos de riesgo como mayores de 65 años, niños pequeños o mujeres embarazadas.