Getafe/Sociedad (26/10/2024) – La Cuna de la Aviación Española será la sede del Museo Volante de la Fundación Infante de Orleans (FIO) después del acuerdo firmado con Airbus, que acogerá en sus instalaciones este espacio de 6.000 metros cuadrados. En 2025 se iniciarán las obras de este museo que significará el traslado de los 48 aviones históricos a Getafe donde podrán también realizar sus exhibiciones de vuelo, gracias también al compromiso con el Ejército del Aire.
Álvaro de Orleans-Borbón, nieto del infante que da nombre a la fundación y que fue un pionero de la aviación, asistió emocionado al acto de firma del convenio y a su afianzamiento de este “sueño de volar. Pasaron siglos hasta que el hombre pudo cumplir este sueño y la velocidad con la que creció la aviación ha sido algo extraordinario”.
Mantener y conocer la historia de la aviación es una de las premisas de la FIO, que podrán desarrollar su labor en estas nuevas instalaciones donde habrá espacio para el museo, pero también una biblioteca, oficinas, una exposición estática de aeronaves y un centro para la restauración y mantenimiento de las mismas. Carlos Lamela y Miguel Valle han sido los arquitectos del proyecto; un edificio “modesto, sencillo, donde no sobra ni un tornillo. Un trabajo digno para una colección que lo merece”, explica Valle, que detalla las peculiaridades de un proyecto “que se tiene que adaptar a las actividades de la Fundación porque los aviones un domingo al mes tienen que salir y entrar”.
Han tenido que eliminar pilares, reduciendo la estructura a elementos básicos para el fácil manejo de los aviones. La parte inferior tendrá una fachada translúcida que permitirá que penetre la luz.
Un proyecto esperado
Desde que en 2005 el Ayuntamiento de Getafe entró a formar parte de la fundación, se ha perseguido que la FIO se trasladara al municipio. “Es un acto de sueños cumplidos, de mucho esfuerzo, mucho empeño y mucho tesón, y sobre todo mucho orgullo. Este es un proyecto que llevaba décadas en la imaginación de todos los getafenses, orgullosos de lucir los aviones en nuestro escudo”, afirmaba la alcaldesa Sara Hernández.
Se ha aprobado una aportación extraordinaria municipal a la FIO de 150.000 euros para llevar adelante este proyecto. “El Ayuntamiento siempre va a estar a vuestro lado”. Y de la mano de Airbus este traslado supone “un equilibrio perfecto entre mantener la tradición y la innovación que nos depara el futuro”. Precisamente Airbus ha sido la pieza fundamental para que este proyecto cristalizara. “Contamos con un ecosistema aeronáutico de primer nivel. Y hemos trabajado con un claro objetivo: preservar el legado de la aeronáutica”, explicaba Alberto Gutiérrez, del comité ejecutivo de Airbus España.
“La colaboración con la FIO viene de lejos. Hay aviones centenarios que son parte de nuestro ADN como el Saeta: aquí se une pasado y futuro de la industria aeronáutica”.
Un trabajo incansable
Pero si alguien ha dedicado más de tres décadas a sacar adelante este museo es Carlos Valle, presidente de la FIO, que hizo un repaso de la historia de la aviación que se ve reflejada en la colección que ahora tiene su sede en Cuatro Vientos.
“El siglo XX, es el siglo en el que por fin el hombre logra volar. El reto estaba ahí, solo había que elevar la mirada al cielo. Trivializamos hechos cotidianos, pero milagrosos” como coger un avión cada día. “Algo que se ha resuelto de una forma muy bella. Con entrega e inteligencia”. Ver los aviones de la FIO volar es “recordarle al público que este hecho de subirse en un avión no ha sido ni fácil ni milagroso: ha sido fruto de la generosidad”. Y es necesaria la memoria.
“El desarrollo de la aviación ha sido tan vertiginoso que no ha dado tiempo a crear tradición: no es la referencia aislada a un hecho histórico, es una línea constante de continuidad. El que pierde la perspectiva acaba por no valorar nada”, defendía. Y recordaba que hace muchos años ya existía “el compromiso de traer esta colección a Getafe. Al final lo hemos conseguido. Un éxito no atribuible a la Fundación, que únicamente ha canalizado un enorme esfuerzo colectivo en el que han participado muchas instituciones y corporaciones durante décadas”. Y emplazaba a mirar adelante. “Alguien en el futuro nos lo agradecerá. No sabemos ni quién ni cómo, porque ya no estaremos aquí. Los protagonistas son los aviones y la historia que cada uno de ellos narra, de forma elocuente y viva”. Esa historia se contará en Getafe.
Treinta y cinco años han pasado desde que la Fundación Infante de Orleans fuese creada, cogiendo el testigo del Club Acrobático Aresti, que empieza a formar una embrionaria colección de aviones históricos en vuelo. Hoy son 48 los ejemplares con los que cuenta la muestra, muchos de ellos en vuelo. Desde la época de la madera y la tela como la De Havilland Moth de 1925, hasta la era del reactor, representado por el Súper Saeta de 1970. No faltan a su cita con el aire el primer domingo de mes, donde vuelven a volar el Mosca, el Dragón Rapide, el Súper Saeta o el Polikarpov.
Unas 2.000 personas asisten a las exhibiciones donde casi se pueden tocar los aviones que posteriormente surcan los cielos. La aportación que hacen quienes acuden a esta cita supone el 40% de la financiación de la Fundación, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Getafe, de la Fundación Aena, la Comunidad de Madrid, Repsol, EADS-CASA (Airbus Military), Iberia, además de 3.000 socios protectores.
El objetivo de la FIO es mostrar a los aviones históricos en su elemento, el aire, preservándolos para que las siguientes generaciones puedan seguir admirándolos. Cuando se finalice la construcción de la nueva sede en Getafe, serán los cielos de este municipio los que acojan esta exhibición.