GETAFE/A fin de cuentas (21/06/2024) – La polarización agota a los que nos gusta la política; y a los que no, a los que pasan sobre ella de puntillas, les genera desafección, desinterés y hastío. Al resto, ni te cuento. Tras una cascada electoral en la que parece que hemos ido a las urnas cada fin de semana, porque hemos vivido elecciones regionales como si fueran en nuestra casa; y después de haber ido (esta vez sí) a votar en las Europeas, es hora de tomarse un respiro mental. La derecha tendrá que asumir que a pesar de la ola a la que se había subido (sobre todo regional, porque nacional no tanto), en Getafe ha ganado el PSOE. Y todos tendremos que pensar en por qué más de 3.500 vecinos de la localidad han creído que Alvise Pérez era una buena opción para representarnos en Europa.
Vimos con estupefacción cómo Trump llegaba a ser presidente de los EEUU y cómo Milei hacía lo propio en Argentina. Personajes histriónicos, impredecibles, exagerados, de palabra fácil y hasta divertida… si no dieran miedo. Son los ejemplos más radicales, pero hay más. Esos personajes triunfan porque dicen lo que muchos quieren escuchar, porque prometen lo imposible sin complejos, porque enganchan con el oyente, con su hastío y sus ganas de romper con todo. Trivializarles es el mayor error que está cometiendo la sociedad, porque son de verbo ágil y con gran capacidad de retorcer la realidad para adaptarla a su discurso.
Por eso sería estupendo que tomáramos aire, que reflexionáramos, nos liberáramos un poco de la ansiedad mediática y política en la que vivimos inmersos y pensáramos con tranquilidad. A nuestro alrededor hay cosas maravillosas. Personas como el tatuador Black Sánchez, que desde un rinconcito de Getafe exporta su arte a todo el mundo. Y no exagero. O los chicos de La Krüel Band, que se colaron en los Premios de la Academia de la Música con un videoclip rodado en parte en el municipio.
O Cha, que sigue luchando día a día contra el racismo y los estereotipos en el deporte y en la sociedad peleando por un mundo más justo. O el trabajo que se hace (pico y pala) desde el Centro de Tratamiento de Adicciones para prevenir contra los malos usos de la tecnología, el alcohol o las sustancias. O conocer de cerca historias corrientes, las de vecinos de barrios humildes como La Alhóndiga o San Isidro que han visto como una actuación en sus viviendas mejoraba sustancialmente sus vidas. La apuesta por la rehabilitación es una mirada al futuro de la ciudad, sin dejar atrás la historia y los vecinos que han trabajado para hacer crecer el municipio. Hay que mirar lo pequeñito para hacer cosas grandes. Cada historia cuenta, cada vida es importante.
Así que aprovechemos estos meses para desconectar, para recuperar fuerzas e ilusión. Para volver a sentirnos ciudadanos y construir juntos el futuro. Inauguramos ya el verano y nos tiene que servir para volver en septiembre con otras ganas, otra mentalidad.
Aquí estaremos, esperando. De momento… ¡Feliz verano! ¡Felices vacaciones a todos!