GETAFE/Cultura (27/06/2024) – Cerca de sesenta alumnos han participado durante el último curso en el Aula de Artes Escénicas de Getafe. Un nuevo proyecto municipal gestionado por la compañía Teatro Destellos y dirigido y coordinado por la consolidada actriz Mónica Buiza. Un aula que quiere sentar las bases de una escuela de teatro permanente dirigido a profesionales del sector, a actores amateur y a cualquiera que quiera acercarse al mundo de la interpretación por curiosidad o para mejorar sus aptitudes dentro del mundo laboral.
Además de Mónica Buiza, esta aula cuenta con la presencia de Juan Carlos Hernánz y Javier García, fundadores de Teatro Destellos y Fernando Salva, actor, director y profesor durante 20 años en el Colegio Mayor Chaminade. “Nosotros comenzamos en 1987 haciendo teatro como muchas compañías, pero rápidamente empezamos a dirigir nuestra atención hacia el teatro en la calle”, nos cuenta Juan Carlos Hernanz. Teatro Destellos es el creador del conocido Festival de Teatro en la Calle, FITEC, surgido desde el amor y la inquietud de unos jóvenes veinteañeros. “Nosotros veíamos que había festivales de estas características fuera de la Comunidad de Madrid y nos preguntamos ¿por qué esto no lo tenemos aquí?”, explica Javier García.
Vocación por la formación
Esta intención de formar a otras personas no es nueva para este grupo de profesionales. En los 90 pusieron en práctica los laboratorios dentro de la compañía Teatro Destellos en el barrio de Las Margaritas. Allí, comenzaron a desarrollar mucho del trabajo que se puede ver hoy en el teatro de calle. Fue precisamente de donde salió Mónica Buiza, desde donde dio el salto a la Compañía Nacional de Teatro Clásico un par de años después.
El Aula de Artes Escénicas está situada en la conocida Fábrica de Harinas de Getafe, junto al Teatro Federico García Lorca. Tiene diferentes grupos separados por edades y objetivos. De cuatro a siete años más enfocado a expresar emociones desde la relajación. De siete a nueve años se trabaja la expresividad del cuerpo, la voz y el trabajo en equipo. Teatro juvenil donde participan menores de entre diez y catorce años, estudiando la comunicación en público, la autoestima y el enriquecimiento cultural. Y adultos, con clases de oratoria, interpretación o lectura dramatizada; un espacio abierto a la lectura, la comprensión y el debate.
“Con los más jóvenes se trabaja sobre todo con estímulos, para que vayan conociendo el entorno y el lenguaje teatral. Ellos no entienden el concepto ensayo, pero sí que entienden que hay un trabajo en equipo. Los lleva a experimentar, por ejemplo, y a localizar las emociones y las sensaciones. Se trabaja mucho desde lo sensorial, desde los colores, desde la música”, explica Mónica Buiza. Fernando Salva añade que, “en el colegio te enseñan conocimientos, a hablar, a escribir. Pero nadie te enseña a aprender de ti mismo, a gestionar las emociones. Todo eso te lo da el arte dramático”.
Ellos mismos ven como hay una evolución en los alumnos desde que llegan a la escuela, “sobre todo los adolescentes, vienen con una idea y se sorprenden de conocer sus límites y los caminos que les brinda el teatro para recorrer esa senda. Vemos cómo evolucionan en aspectos como hablar en público o como interactúan entre ellos”. Para Mónica, el trabajo que están haciendo con los grupos de adultos es diferente, “entran dentro de lo que es una formación regular de la escuela. Con un nivel inicial, medio y avanzado, vamos poco a poco. Los adultos que se están presentando no han hecho teatro nunca, entonces se trabaja desde lo más básico y se va evolucionando”
Aquí tienes toda la información para apuntarte. Ya está abierto el plazo de inscripción para el próximo año.