“Cada persona debe llevarse un tatuaje diferente”

 “Cada persona debe llevarse un tatuaje diferente”

GETAFE/Entrevista (24/06/2024) – En la Plaza Carlos III de Getafe se encuentra Chinatown Tattoo. Un estudio de tatuajes con personalidad propia. La que dibuja Black Sánchez junto con sus colaboradores en cada uno de sus clientes que llegan de toda España e incluso desde el extranjero. “Hubo un cliente que estaba aquí por vacaciones y se hizo un tatuaje. Pero tiempo después volvió solo a que le tatuase. Vino, se lo hicimos y se volvió a Los Ángeles”.

Entre sus viajes y los clientes que vienen de fuera, sonríe cuando le digo que ha puesto el nombre de Getafe por el mundo y no por el fútbol, “la verdad es que sí”. El estudio está decorado como su nombre hace sospechar: un bonito local, con temática china y formas cuidadas. Quería un nombre diferente y se decantó por este. “Los estudios de tatuajes parece que se llaman todos muy parecido. Quería algo muy diferente, que llamase la atención. Además, hay un grupo de rap que se llama igual y decidí que era lo que yo quería”.

Lo abrió en enero de 2020, con lo que eso supuso: “Fue abrir y tener que cerrar a los dos meses, pero bueno, luego hemos remontado”. Adrián, su auténtico nombre, no hace tatuajes típicos, tiene su propio estilo. “Lo que me define es el realismo, el 99,9% de los trabajos que hago son realismo. No es un dibujo, no es un tatuaje tradicional, es intentar representar una imagen. Dentro de ese realismo quizá también destaca el género: zombis, vampiros, etc”. También tatúa fuera de nuestras fronteras y acude a multitud de convenciones por todo el mundo. “He viajado por muchos sitios, he estado en Nueva York, en Milán, Los Ángeles. Normalmente me preguntan, oye, ¿vas a venir a tal sitio? Para ver si les puedo atender”.

Tatuajes únicos

Es un artista que no hace dos trabajos iguales. “Cada persona debe llevarse un tatuaje diferente; sí puede pasar que llegan dos hermanos y quieren exactamente lo mismo. Pero lo lógico es que yo haga una cosa diferente. Si le hago lo mismo a todo el mundo lo vería como engañarles”. Black Sánchez comenzó en el mundo de la pintura muy pronto, con 8 años o quizá antes. “Empecé a pintar cuando tenía uso de razón en realidad, pero más seriamente sobre los 8 años: pintaba al óleo. Después decidí formarme y estudié Bachillerato artístico”.

Sus primeros pasos en el mundo del tatuaje los dio desde su propia casa. “Este año hago diez tatuando, empecé en mi casa. No era para ganar dinero, era para probar otra técnica. Ir conociendo cómo era esto de los tatuajes y poco a poco fui mejorando. Me fui enganchando y vi que me iba bien”. Salió de su casa y se fue profesionalizando en diferentes lugares. “Empecé en un estudio que estaba en la zona de Plaza Elíptica 6 meses. Luego fui a otro que estaba en Fuenlabrada, donde pasé 4 años. Aquí es donde más aprendí y comencé a viajar a convenciones y a un montón de sitios”.

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Profesionalidad y dedicación para cada cliente

Realiza un trabajo muy concienzudo, como él dice, “tatúo cada día prácticamente”. Pero también durante muchas horas. “Normalmente una sesión suele durar entre 5 a 7 horas para hacer un tatuaje realista decente, pero he llegado a estar como récord 14 o 15 horas tatuando sin parar”. Considera que “el mundo del tatuaje ha evolucionado muchísimo, ahora lo lleva mucha gente. Futbolistas, modelos, gente importante. Incluso hay sitios donde es más fácil entrar a trabajar si tienes tatuajes”.

Algo que hace años era una cosa impensable o incluso estaba mal visto. La mayoría de los clientes que tiene son hombres de entre 20 y 40 años. “También recibo mujeres, pero muchas menos. Yo creo que por el estilo que hago encajan más con los chicos que con las chicas, al ser un poco más oscuros, más calaveras. Aunque hago de todo, realmente hago lo que sea, pero sí que es verdad que lo que voy publicando a lo mejor les atrae más a los hombres”.

Le gustan mucho los trabajos que ha realizado, se siente muy orgulloso de todos, pero más que de un tipo de tatuaje en especial o de alguno muy grande, confiesa sentirse orgulloso de “esos clientes que han venido varias veces y que confían en ti durante tanto tiempo”. Es imposible no preguntarle el motivo de estar en Getafe, se lo planteo porque podría estar en cualquier ciudad del mundo, pero… “yo llegué aquí por casualidad, era un traspaso que me encajaba, estaba casi montado y había que cambiar pocas cosas. Ahora la situación ha cambiado, si me muevo de aquí sería a otro local, pero en Getafe. No me iría de aquí, la verdad”.

Roberto Jiménez Gómez