GETAFE/Varios (13/06/2024) – Desde hace unos meses, hablar de inteligencia artificial no es hacerlo de un concepto abstracto cercano a la ciencia ficción. Herramientas como ChatGPT han llegado para quedarse y demuestran, día a día, las posibilidades de la tecnología a la hora de crear textos, imágenes e incluso música.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Pese a sus interesantes resultados, hay campos en los que la IA todavía está muy lejos de ser la herramienta clave. Una de ellas es el uso de los idiomas, las traducciones, etc., tal como demuestran en las agencias de traducción madrid.
La polémica está servida: ¿puede una IA traducir paginas web? En principio sí, puede hacerlo. Y de hecho ya existen aplicaciones que llevan realizando este trabajo desde hace algunos años, sin que los usuarios medios se percaten de ello.
La pregunta es, ¿hasta qué punto esa traducción automática es fiel y correcta? Quizás para una web de viajes no importe si el resultado es más o menos preciso, pero en el caso de una traduccion médica, por ejemplo, o a la hora de enfrentarse a un documento oficial o a un libro, sí que se debería de exigir muchísimo más que lo que pueden hacer las máquinas.
En estos contextos, la ayuda de un profesional humano y formado específicamente en este tipo de labores continúa siendo crucial. Por eso, acudir a una agencia de traduccion para volcar de un idioma a otro un testamento, un título de estudios o un contrato laboral es la única opción en un altísimo porcentaje de casos.
¿Por qué? En primer lugar, porque el humano es capaz de interpretar el texto en su contexto, de inferir las intenciones de una oración y de trasladarla no de manera fiel, sino exacta.
En ese sentido, hay que señalar que traducir no es pasar palabra por palabra de un idioma a otro, que es lo que hasta ahora pueden hacer con mayor o menor acierto las IA, sino comprender qué quiere decir el escrito en su origen y redactar una propuesta que consiga el mismo objetivo en el idioma definitivo.
En este momento, los profesionales del sector consideran que las IA sí pueden ser tenidas en cuenta como una ayuda, un apoyo. Es cierto que se están perfeccionando y que, en la actualidad, algunas herramientas ofrecen resultados muy buenos para algunos textos.
Teniendo esto en cuenta, el traductor oficial puede hacer uso de la herramienta de manera puntual para iniciar un trabajo que luego tendrá que repasar y adaptar frase a frase para evitar problemas.
Subtítulos automáticos, la traducción de webs y otro tipo de usos que no requieren de una fidelidad absoluta con el texto madre son, sin embargo, bien valorados por los especialistas en traducciones. Con estas herramientas incluso se puede aprender más rápidamente un idioma, al practicarlo escuchando series en versión original o al navegar por internet con páginas pasadas al idioma que se quiere aprender.
Esta doble vía demuestra que la relación con las IA y el idioma todavía está por establecerse para ser una herramienta útil que conviva con los sistemas más profesionales de traducción.