GETAFE/A fin de cuentas (12/04/2024) – ¡Qué mal debemos andar cuando vemos como raro algo que debería ser habitual! Y al revés, lo extraordinario pasa sobre nosotros sin apenas tomar relevancia. Que la presidenta de la Comunidad de Madrid tarde 5 años (¡5 años!) en recibir a la alcaldesa de un municipio como Getafe, con 200.000 habitantes, ¿cómo habría que calificarlo? Pues no, no es normal.
Tampoco es normal que nos hayamos olvidado de los 7.291 ancianos que murieron solos en las residencias en apenas dos meses, sin la oportunidad de acudir a un hospital. Uno de cada cinco. Más del 20%. Solos, ahogándose, agarrándose a los barrotes de la cama. No es normal que no haya justicia, ni reparación para sus familias. Que no estemos en la calle apoyándoles, que hayamos contribuido a ese silencio bajo el que se ocultan los muertos. No, no es normal.
Tampoco es normal esconderse en la masa, llámese redes sociales o llámese público en un estadio de fútbol para lanzar insultos indiscriminados por razones de raza, de nacionalidad, de sexo… Un simil: ¿Vas por la calle y le gritas a la cara un insulto a alguien con el que te cruzas? ¿Cuál sería la reacción obvia en caso de hacerlo? ¿Por qué vemos normal, o socialmente aceptable, que eso pueda venir de una grada amparados en la masa, o de un comentario anónimo en redes sociales? Getafe ha recibido una sanción ejemplar. Es verdad que es más fácil multar en el Coliseum que en el Bernábeu, no vamos a ser ingenuos. Pero también es una oportunidad para convertir la ciudad en una punta de lanza contra el racismo y la xenofobia en el deporte. Ya lo hemos demostrado con programas que han recibido el Premio Nacional del Deporte, hagámoslo con el señalamiento al infractor. Extendamos esa actitud al resto de campos. Insultar no es normal. No debe serlo.
El tono grueso con el que se habla en el día a día en los medios de comunicación, en las sedes políticas, dificulta poner el foco en lo realmente importante. En los problemas reales de la gente. Llámese el acceso a la vivienda, o la visibilización de una enfermedad como la fibromialgia con quienes hemos hablado en GETAFE CAPITAL, o hablando de educación y lo importante que es para el futuro. Necesitamos tiempo de sosiego para hablar de memoria histórica, de nuestra historia, la que nos ha traído hasta aquí. Con normalidad. Sin estridencias. Con conocimiento.
Normalidad para crear lazos entre nuestras empresas que nos permitan crecer y generar puestos de trabajo. Eso es bienestar para la ciudad, que se promueve en el Hub Aeronáutico, por ejemplo.
Cosas normales, pero no por ello menos importantes.
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