“Cada niño es único y aprende de manera diferente”

Entrevista a Pedro Sampedro, director de Mirasur School

GETAFE/Varios (23/04/2024) – La neurociencia está redefiniendo el panorama educativo. En esta entrevista, el director de Mirasur School -acreditado como uno de los mejores colegios de España por la revista Forbes-, Pedro Sampedro, comparte cómo el enfoque pedagógico de la escuela debe basarse en la creencia del potencial ilimitado de cada niño y en la influencia del entorno educativo en su desarrollo. A través de estrategias centradas en la emoción, la curiosidad y la atención, Mirasur School busca no solo enseñar conocimientos, sino también cultivar la mejor versión de cada alumno.

¿Cuál debe ser el papel de la escuela en la educación?

La capacidad de los niños es ilimitada. Todos asesoran su propio talento, sus propias fortalezas. Tenemos que ser conscientes de que existe una gran distancia entre lo que un alumno puede conseguir por sí solo y lo que alcanzará con la ayuda, el acompañamiento y el estímulo educativo adecuado. Por eso mismo, el verdadero reto educativo es lograr que cada alumno alcance la mejor versión de sí mismo.

Nuestra pedagogía educativa se basa en la comprensión de que el cerebro del niño es moldeable y adaptable, y que el entorno educativo puede influir significativamente en su desarrollo. Por eso diseñamos nuestras estrategias de enseñanza teniendo en cuenta la importancia de la emoción, la curiosidad y la atención en el aprendizaje de los niños.

¿Podría proporcionar ejemplos concretos de cómo aplican estos principios en el aula?

La plasticidad neuronal es la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse estructural y funcionalmente en respuesta a la experiencia y al aprendizaje. Por ello, tenemos que aprovechar esta capacidad del cerebro para especializar al alumno en la resolución de problemas priorizando las habilidades de pensamiento complejo frente a una instrucción unidireccional, conectando las disciplinas mediante experiencias de aprendizaje basadas en contextos reales. Un rol activo del alumnado en situaciones del mundo real puede conducir a cambios estructurales en el cerebro que no solo especializan al alumno en la resolución de problemas, sino que estimulan de forma más eficaz un aprendizaje significativo y duradero

¿Y cuáles son los beneficios que los niños obtienen de este enfoque educativo?

Lo más importante es que el alumno aprenda a pensar, que tenga capacidad de analizar, de hacer conexiones y sepa elegir correctamente. Por eso hay que especializar el cerebro en el desarrollo de estas habilidades mediante el estímulo educativo adecuado.

Además, reconociendo que cada niño es único y que aprende de manera diferente, podemos adaptar nuestras estrategias de enseñanza para maximizar el potencial y el talento de cada alumno, preparándolos para un futuro brillante.

¿Cómo ve usted el futuro de la educación?

En mi opinión la educación debe dejarse guiar por cuatro coordenadas fundamentales, cada una de las cuales representa un paso crucial para el desarrollo y mejora de nuestro proyecto educativo. La primera coordenada apunta hacia una educación más relevante, lo que implica la necesidad de alinear los contenidos y metodologías con las demandas actuales y futuras de la sociedad. Este enfoque debe dotar a los alumnos de habilidades y conocimientos directamente aplicables a su entorno y que responda a los desafíos del presente y futuro.

La segunda coordenada se centra en la personalización del proceso de enseñanza aprendizaje. Reconociendo la diversidad de estilos de aprendizaje, habilidades y ritmos individuales, adaptando la metodología para satisfacer las necesidades únicas de cada alumno. Este enfoque no solo maximiza el potencial de aprendizaje, sino que también fomenta un sentido de autoeficacia y autonomía en los alumnos al permitirles explorar y desarrollar sus intereses de manera más personalizada.

La tercera coordenada destaca la importancia del sentido humanizador de la educación. Nuestra tarea es pedagógica, pero nuestra misión es humanizadora. En este contexto, se busca no solo transmitir conocimientos y desarrollar habilidades, sino también cultivar valores y hábitos para una convivencia más humana. La educación se concibe como un proceso integral que nutre un desarrollo personal holístico que permita al alumno vivir con plenitud.

La última coordenada es la eficacia, entendida como la capacidad de ajustar y maximizar la correlación entre enseñanza y aprendizaje generando resultados tangibles y duraderos. Esto implica evaluar y ajustar constantemente las prácticas educativas para garantizar que estén alineadas con los objetivos y las necesidades cambiantes de la sociedad. La eficacia también se relaciona con la implementación de didácticas educativas innovadoras y métodos basados en la evidencia para optimizar al máximo el proceso de aprendizaje.

La clave para alcanzar estas metas radica en la capacidad de la educación para ser adaptativa y receptiva a las necesidades cambiantes de los niños y de la sociedad en general. En Mirasur tenemos como lema “El mundo cambia, la educación evoluciona”. Este enfoque dinámico y adaptativo es esencial para asegurar que la educación no solo se mantenga relevante, personalizada, humana y eficaz en el presente, sino que también evolucione de manera continua para preparar a las generaciones futuras para los desafíos y oportunidades que les depara el mundo.

 

 

Redacción Getafe Capital