GETAFE/Un minuto en el Museo (12/03/2024) – Si a mediados del pasado siglo hubiéramos entrado en Getafe pasando por la puerta de la Base Aérea enseguida nos habríamos topado con el lavadero municipal.
Ya en el lejano año de 1788, cuando en nuestro pueblo habitaban unas 2.000 personas, el grabado de Tomás López y M. Saenz, la imagen más antigua de Getafe, señala la existencia de uno que bien pudiera ser el que menciona Isabel Seco cuando nos cuenta que «…el primer proyecto que se conserva en el Archivo Municipal data de 1848, aunque en él se hace mención de uno más antiguo del que se aprovecharán los pilares».
Nuestro lavadero fue derribado en 1970, con ello dejó de existir un servicio púbico que definía un rasgo de la vida cotidiana aquella sociedad getafense, que durante siglos estuvo con nosotros. Personalmente, solo tengo un leve recuerdo del exterior de aquel edificio, su interior, ninguno.
Pero, mejor que yo me calle y leamos a quienes de él escribieron:
El libro «Getafe» de Juan Francisco Gascón publicado en 1890, en su página 44, nos cuenta: «El pueblo de Getafe, para el importantísimo asunto de la higiene pública, cuenta también con un lavadero público y otro en proyecto, por cierto de excelentes condiciones, que se instalará a la distancia de un kilómetro. El que hoy utiliza el vecindario, contiguo a la población, en su parte E., es capaz para hacer el trabajo del lavado más de sesenta mujeres».
El plano de Facundo Cañada del año 1900 que lo ubica claramente en la confluencia de las calles Hospital de San José y Arboleda y lo señala como «Lavadero municipal cubierto».
El libro «Geografía y Topografía Médica de Getafe», del año 1947 de los doctores José Sánchez Morate y Lorenzo Azofra, que en su página 44 nos dice: «El referido lavadero está situado dentro de la población y al Este de la misma, de construcción relativamente moderna, reconstruido después de la guerra civil, capaz para unas cien mujeres y cuyo desagüe se efectúa en plena calle a la salida del edificio, sin conducción de ninguna clase». Las fotos que acompañan a este artículo son de este libro.
Un magnífico artículo Isabel Seco archivera municipal publicado en 1991, que acaba así: «Después de la Guerra Civil, en el año 1944, se volvió a reconstruir el lavadero; hubo un estudio para rehacer por completo el edificio en 1962, que no se llevó a la práctica. Por fin en 1970 se demolió el lavadero y en su solar se construyó una guardería infantil que a su vez sería demolida, y hoy el solar ha vuelto a ser aquella amplia plazuela de principios del siglo XIX».
En «Mi cuaderno de Getafe», Lamberto Sanz Esteras hace esta descripción en la pág. 8: «El Lavadero. Edificio municipal, donde se juntaban las calles Hospitalillo de San José y Arboleda, justo a la trasera del Parque de Recreo. Diáfano y de forma rectangular, tenía una cubierta de tejas curvas, que vertía hacia un patio central, en el que estaba situado el pilón, dividido en tres partes: el limpio, el de aclarar y el sucio. Durante muchos años estuvo dirigido por la señora Dionisia “La Piejina”. Lo más curioso es que tenía una fuente de un solo caño, con agua potable del Lozoya».
Por último, en «Misceláneas getafenses», Andrés Díez nos habla de «La Pijina», (en la pág.46) y su larga relación con el lavadero: «Doña Dionisia García Benavente, apodada «La Pijina», fue uno de los personajes populares más conocidos en nuestra localidad getafense durante parte del siglo XIX y el XX. Fue una persona tan trabajadora, que el Ayuntamiento le facilitó labor en el lavadero, que entonces existía en la misma calle de la Arboleda, donde estuvo durante más de treinta años como encargada».
Nuestro agradecimiento a estos autores por sus dejarnos sus trabajos y/o sus recuerdos de nuestro lavadero municipal, y también de otras muchas cosas de Getafe.