GETAFE/Varios (04/01/2024) – La época de Navidad es un momento muy complejo para las protectoras de animales en España. Estos colectivos, que se dedican al rescate de animales y a entregarlos en adopción, ven cómo por estas fechas aumentan las peticiones de las familias, movidas, generalmente, por los deseos de los más pequeños de la casa.
Esto, en contra de lo que pudiera parecer, no es bueno. Cada año se regalan 50 000 animales en Navidad, y la consecuencia directa es un aumento de abandonos a primeros de año. Por eso, empresas del sector como Kitypet destacan que regalar un animal de compañía es un acto de responsabilidad hacia la propia mascota y recuerdan que el animal es para toda la vida, no solo para Navidad.
Muchas protectoras de animales son reticentes a entregar perros y gatos en las fechas previas al 24 de diciembre: «En muchas ocasiones llegan personas que se han encaprichado momentáneamente de un cachorro; intentamos darnos cuenta para evitar que pronto quieran devolverlo o, peor aún, lo abandonen a su suerte en la calle», cuentan voluntarios que trabajan cada día con esta realidad en todos los puntos de España.
Por eso, el objetivo de profesionales y voluntarios del sector es desvincular el concepto de regalo de estos animales. Dicho de otro modo: es importante que la gente que se lleve animales a casa no lo hagan como si fuera un regalo a un tercero o por sorpresa, ya que puede darse la circunstancia de que el resto de la familia no lo reciba como se merece y acabe por ser un problema.
Desde Kitypet, aconsejan que se lleve a cabo un proceso de reflexión antes de la adopción: «La vida de la familia va a cambiar radicalmente: habrá que dedicar un presupuesto al cuidado de la mascota, se tendrá menos libertad a la hora de salir, habrá que planificar las vacaciones e incluso hay que contar con ciertas roturas o desperfectos en el hogar».
Todas estas consecuencias de tener una mascota no siempre son tenidas en cuenta. Es entonces cuando se llevan a cabo las adopciones irresponsables, que en estas fechas se multiplican, ya que mucha gente no sabe decir que no a sus hijos o incluso no valoran los pros y contras de tener una mascota y la cogen solo por un deseo espontáneo.
Los responsables de las protectoras desarrollan una especie de sensibilidad a la hora de entregar un animal a una familia. Estos profesionales consideran que la reflexión previa es clave para que la adopción sea adecuada. La persona que adopta debe mostrar que ha pensado en todo y de verdad se lleva al animal para darle una vida mejor.
El trabajo que llevan a cabo voluntarios, protectoras y tiendas del sector mascotas es clave para reducir una realidad que, tristemente, se repite año a año por Navidades. Es también responsabilidad de la sociedad en general entender que estos seres vivos merecen llegar a un hogar estable, donde se les cuide, quiera y acompañe hasta el final de sus vidas.