GETAFE/Varios (17/01/2024) – Ya estamos en 2024 y como podemos ver en este Blog de vapeo, el vaping no para de evolucionar, casi siempre de la mano de la tecnología. Los cigarrillos electrónicos son dispositivos que han cambiado mucho desde que salieron al mercado, mejorando cada vez más e incluso permitiendo la personalización por parte de los usuarios.
Lo que conocemos como “Internet de las Cosas” o IoT se está incorporando en todas aquellas máquinas que empleamos en nuestro día a día. Estos vapeadores no son una excepción y por eso ahora se han hecho inteligentes, lo que los dota de conectividad con los smartphones y les da la posibilidad de tener aplicaciones propias.
De cara al usuario, eso se traduce en un control total de su vapeador. Desde la pantalla de su móvil va a poder cambiar la potencia, la temperatura o ver de manera exacta cuánta batería le queda.
Ahora mismo, el punto débil de todo aparato electrónico es su batería. Es lo que más lo limita y en el caso de los vapeadores también se da este inconveniente. Es cierto que la batería de un cigarrillo electrónico dura mucho, pero este año se espera que la duración sea aún mayor. También hay ya sistemas de carga rápida, de forma que apenas hay que aguardar unos minutos para una carga completa.
La vida útil es otra de las mejoras que se van a dar en las baterías. Ahora no duran mucho y eso es un problema medioambiental, pues lo cierto es que estas baterías son muy contaminantes debido a su composición.
No hay que olvidar la seguridad. Todas las baterías son peligrosas y pueden ocasionar algún percance. Las de los vapeadores son pequeñas, pero no por eso los fabricantes dejan de implementar tecnologías que evitan el sobrecalentamiento, previniendo así las explosiones.
Muchas personas acuden al vapeo como sustituto del tabaco, o con la idea de dejar de fumar. En este año están de enhorabuena, puesto que se van a desarrollar sistemas de entrega muy avanzados.
Por ejemplo, tenemos los dispositivos de calentamiento de tabaco. Son una alternativa al vapeador tradicional y no queman el tabaco, sino que lo calientan. Así se consigue liberar la nicotina, pero como no hay combustión no se generan muchas de las sustancias nocivas de los cigarrillos tradicionales.
Volviendo a los vapeadores, encontraremos sistemas de vaporización de alta tecnología. Con ellos, se quiere favorecer la experiencia, entregando mejor la nicotina y los sabores. De hecho, se va a poder ajustar la cantidad de vapor y la intensidad del sabor.
Aunque vapear es más saludable que fumar, también puede ocasionar perjuicios a nuestro cuerpo a largo plazo. Por eso, se sigue investigando con la idea de que los líquidos de vapeo sean más seguros, reduciendo los aditivos que parece que pueden ser dañinos con el paso del tiempo.