GETAFE/Deportes (01/11/2023) – El fútbol en España tiene un peso importante en todos los ámbitos de la vida. Toca lo económico, lo social y por supuesto lo pasional. Es un deporte que trasciende a la competición. Tanto, que es capaz de atraerlas miradas de personas que siguen este deporte poco o nada. Hasta el punto de quemar un éxito futbolístico histórico en dos minutos. Si sumamos beso, Rubiales y Federación, ¿Qué queda? Si, otro cero en el examen. Pero la realidad es que Getafe está siendo protagonista de este crecimiento futbolístico entre las mujeres. Cada semana compiten24 clubes y la gran mayoría cuenta con equipos femeninos en diferentes categorías. Entre estos 24,haytres formados exclusivamente por mujeres. Dos de más reciente creación, el CD Femenino Getafe y el CF Getafe Féminas. Y un pionero, el CFF Sur Getafe, fundado en el año 2001 con el fin de que las chicas tuvieran un club de referencia en la ciudad. Lo que supone que solo en el municipio hay 570 chicas jugando al fútbol en equipos inscritos en la Real Federación Madrileña de Fútbol.
El SurGe, como canta la afición desde la grada, tiene su casa en el Polideportivo Arcas del Agua del Sector III. Mariano Monreal es su presidente, entrenador, director y cualquier puesto que un club necesita, en eso ha cambiado poco el deporte humilde. Lleva 25 temporadas ligado al fútbol femenino y 13 en el Sur Getafe.
Es día de entrenamiento y las jugadoras van llegando. Mientras ellas se preparan voy hablando con Monre, como le llaman en el equipo. Después de tantos años entrenando, ha visto los cambios que se han ido produciendo sobre todo desde el 2016 en categoría femenina. “Hace trece años era muy difícil tener equipo en diferentes categorías. Cuando llegué en aquella época, había 8 jugadoras en la puerta y no sabíamos si habría equipo ese año”.
Explica que esto va cambiando desde hace 4 o 5 años: se empieza a hablar más de la selección y las extraescolares ya no llenan tanto a las jugadoras. “Había chicas que jugaban al fútbol en el colegio una hora a la semana y con eso les valía. Ahora no hay que buscar, ahora vienen ellas. Quieren entrenar dos o tres días y competir cada semana igual que los chicos”.
Esta evolución ha empezado a generar competencia entre clubes. Todos quieren tener los mejores equipos y a las mejores jugadoras. Aunque actualmente solo la Primera División paga sueldos que permiten vivir del fútbol. En otras categorías se intenta atraer talento gratificando de alguna forma. “En algunos sitios les pagan la ropa deportiva, o si tienen que desplazarse lejos les pagan la gasolina”. Aun así, prevalece la afición por jugar, Monre subraya que hay días en los que entrenan 7 u 8 jugadoras del equipo senior porque “tienen obligaciones que en ocasiones no les permite venir”. Han llegado a cambiar horarios de partidos para que no coincidiese con su jornada de trabajo, “ese es el fútbol real del 80-85% del fútbol femenino”.
El equipo ya está preparado para entrenar y el míster les tiene una sorpresa: hoy van a entrenar con mucho balón. “Han ganado dos partidos seguidos y se merecen un entrenamiento divertido”.
Carlos Pantoja es su ayudante, lleva entrenando desde el 2015 en diferentes equipos de Getafe. Él ha vivido el crecimiento del fútbol femenino en categorías inferiores. “Ahora las chicas desde pequeñas ya trabajan tácticas, preparan los partidos y se trabaja la técnica. Llegan a sénior con un nivel mucho más alto que antes”.
Es inevitable volver a la pregunta inicial, ¿qué queda del Mundial? “Rabia por quemar un éxito histórico en 5 minutos por unos y otros”. Y es que las jugadoras solo quieren hablar de fútbol, de lo que entrenan y de lo que luchan. Están cansadas de que siempre se hable de otra cosa. Pero Carlos añade que ese logro motiva mucho para seguir trabajando y llegar lejos. “Ahora ven que también pueden dedicarse profesionalmente al fútbol”.
Terminan con un mensaje, “las puertas del Sur Getafe siempre están abiertas para las chicas que quieren jugar al fútbol”.
En 1914 el Spanish Girl’s Club Barcelona disputó el considerado primer partido de mujeres de la historia en España. A pesar de tener un carácter benéfico, recaudar dinero para la tuberculosis, las crónicas de la época se fijaron más: en los peinados, la ropa, su cuerpo y evidentemente se las calificó de “marimachos”. Como en otros deportes, cualquier desarrollo posterior quedó frenado por las guerras y sus consecuencias sociales en el siglo XX.
Ya en los años 70, Rafael Muga, administrativo de profesión, estuvo detrás de la promoción de los primeros partidos cuando todavía era una práctica casi clandestina para las mujeres. Organizó el encuentro disputado el 8 de diciembre de 1970 entre el Sizam y el Mercacredit en Madrid. Con 8.000 personas en las gradas, está considerado el primer impulso de lo que llegaría después. En 1980, la RFEF reconoció la oficialidad de los partidos disputados por las mujeres y del combinado nacional femenino. Hasta ese momento, se le consideraba otro deporte diferente al fútbol, aunque se estima que ya existían más de 900 equipos repartidos por la geografía española.
La realidad es que 1863 Inglaterra reglamentó el fútbol: en ningún punto del reglamento se especificó para qué sexo.