GETAFE/Varios (12/09/2023) – Las ventanas correderas son una opción popular para muchos hogares debido a sus características y, sobre todo, porque suelen ser las más habituales en las entregas de nueva vivienda.
Sin embargo, siempre está la eterna duda, ¿es mejor corredera o las oscilo-batientes?
Como en todo, hay ventajas y desventajas y cuando se consulta a expertos como los de Cristalería Formas, dan argumentos tanto a favor como en contra.
Argumentos a favor de las ventanas correderas
Ahorro de espacio: no ocupan espacio adicional en el interior ni en el exterior de la casa. Son ideales para habitaciones donde el espacio es limitado.
Buena ventilación: Las ventanas correderas suelen tener dos paneles que se deslizan horizontalmente, lo que permite controlar la cantidad de aire que ingresa a la habitación. “Durante el otoño, cuando el clima es agradable, puedes abrir las ventanas para disfrutar de una brisa fresca sin tener que preocuparte por corrientes de aire molestas y decidir qué apertura quieres”
Visibilidad: suelen tener marcos delgados y más área de vidrio en comparación con otros tipos de ventanas, lo que brinda una excelente visibilidad hacia el exterior.
Estanqueidad: Cuando las ventanas correderas están cerradas adecuadamente, pueden proporcionar un sello hermético, lo que significa que son eficientes para mantener el aire frío y las corrientes de aire fuera de la casa durante el otoño.
Argumentos en contra de las ventanas correderas
Aislamiento térmico: Aunque las ventanas correderas pueden proporcionar un buen sellado cuando están cerradas, suelen tener un menor rendimiento en términos de aislamiento térmico.
Mantenimiento: Con el tiempo, las guías y rieles de las ventanas correderas pueden ensuciarse o dañarse, lo que puede dificultar su apertura y cierre suave.
Limitación de tamaño: Las ventanas correderas pueden tener ciertas limitaciones en cuanto a su tamaño máximo, lo que puede ser un problema si necesitas una apertura de ventana más grande para obtener una mejor ventilación o luz natural.
Con estos argumentos sobre la mesa, solo queda consultar cuáles serían las recomendaciones de los técnicos para cada caso concreto porque no es lo mismo vivir en la montaña que en una urbe, ni un ventanal que cubra toda la pared frente a la ventana normal de un dormitorio.