GETAFE/Un minuto en el Museo (27/06/2023) – En el transcurso de la primera mitad del siglo veinte Getafe fue escenario de una serie de hechos relevantes que marcaron los inicios de la aviación en España. Es claro que no fuimos el único sitio, hubo otros. Pero como amantes de nuestro pueblo, queremos resaltar lo ocurrido aquí y darlo a conocer. Esto es lo que hace José María Real Pingarrón en su ‘Cuaderno de Museo nº 9′ titulado también Los inicios de la aviación en Getafe, en el que, por orden cronológico, nos habla de unos cien hechos y fechas de interés.
Tal vez el de mayor trascendencia sea la llegada a la Dehesa de Santa Quiteria, hoy Base Aérea, de la carrera aeronáutica Paris-Madrid debido a que ese 26 de mayo de 1911 puso a aquel pequeño pueblo en el punto de mira de los pioneros de la aviación y quedó sembrada una fructífera semilla.
De otros dos hechos, estamos celebrando este 2023 su centenario y ya nos hemos hecho eco en artículos recientes: La creación de la empresa CASA (hoy Airbus) y el vuelo del autogiro C4 de Juan de la Cierva. Ambos tuvieron una amplísima y duradera repercusión industrial.
Valga añadir a estos centenarios un tercero, aunque no tenga que ver con la aviación. Se trata del primer partido de fútbol celebrado en Getafe. Nos lo cuenta Juan Manuel Alcalá en su libro ‘El genio polifacético de Filiberto Montagud‘. Ocurrió el 19 de mayo de 1923 y fue propiciado por dicho personaje. ¡Quién le iba a decir a don Filiberto que su feliz iniciativa iba a fructificar décadas después en un equipo de talla internacional!
Solo tres años antes, en 1920, había sido creada la Base Aérea de Getafe, seña de identidad de nuestra ciudad desde hace más de un siglo.
Otros acontecimientos ocurridos aquí por entonces han quedado difuminados, casi olvidados con el paso del tiempo. Citemos la Escuela Nacional de Aviación, los históricos vuelos que fueron proezas en aquellos años, como el del avión Jesús del Gran Poder, la creación de empresas como SANQUI, de aerolíneas como la CLASSA, o la aportación de personas como Manuel Bada. Todo ello es historia, nuestra historia, y de todo ello nos va dando cuenta en su cuaderno José María Real, a quien damos las gracias.
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