GETAFE/A fin de cuentas (28/04/2023) – Ha llegado la calor adelantada. Todo huele un poco a verano, a casi fiestas, a casi vacaciones… pero todo es casi. Aún faltan semanas para que la inmensa mayoría nos podamos tumbar en la playa. Y entre medias, unas elecciones municipales y regionales que debían haber caldeado el ambiente ya a estas alturas… pero todo está sospechosamente tranquilo. Adormilado por el calor real que ya aprieta. No sé qué tiene esta campaña electoral que todo está como muy pacífico, muy dormido… ¿Será que cómo se suele decir, está todo el pescado vendido y hay poco que rascar?
Los partidos se desperezan, empiezan a desgranar algunas de sus propuestas… sin grandes sorpresas. Los que están mantienen la línea con alguna propuesta novedosa, como las viviendas para mayores de El Bercial o la remodelación de la 406; los que pretenden llegar han reciclado propuestas y renunciado a otras: la nueva sede de la policía local que llevan lustros reclamando ahora se convierte en un lavado de cara de la actual comisaria, hacen suyo un proyecto como Getafe Río, o aseguran que tienen hablado con la Comunidad un nuevo instituto en Los Molinos: ¿solo si ganan, o también lo exigirán aunque pierdan?
Les ha costado mucho al resto de partidos presentar listas o programas, que van soltando a cuentagotas y cuando los plazos casi están agotados. ¿Les ha pillado el toro? ¿No quieren quemar balas o cartuchos antes de la traca final y se reservan para los últimos quince días? Sin grandes sorpresas en los nombres.
Alguna encuesta se barrunta en el municipio, pero que la conozcamos o no, puede que dependa de si los resultados son halagüeños para la derecha. De momento, los últimos datos daban la mayoría a la izquierda. Sin demasiados problemas. Parece que la consigna general a un lado y a otro es no hacer demasiado ruido. Mejor no decir nada, que meter la pata. Es posible que la presidenta regional haya advertido al candidato local: si no sumas, al menos no restes.
Y así van pasando los días. Quizá nos entretengamos haciendo abanicos, mientras llegan documentos que desgranar y propuestas que analizar. Mientras tanto… ojú, qué caló.