GETAFE/Varios (21/03/2023) – El mundo corporativo se caracteriza por su dinamismo, y porque trata de conseguir la satisfacción para sus empleados. Es evidente que un buen ambiente de trabajo aumenta la productividad y permite a los empleados desempeñar sus tareas con muchas más ganas. Por esa razón, evaluar las diferentes competencias de los trabajadores y reforzar aquellos aspectos que merezcan nuestra atención, siempre es una buena medida para conseguir la satisfacción de quienes tenemos a nuestro cargo.
Disponer de adecuada comunicación posibilita saber qué es lo que necesitan los empleados para que puedan trabajar mucho más a gusto. Para ello, una Encuesta de satisfacción laboral permite obtener una información muy valiosa y que puede ser debidamente tratada para conseguir un beneficio común. Hay que escuchar siempre a la masa trabajadora, ya que es la base principal de la empresa y, en la mayor parte de los casos, la que sacar el trabajo adelante. Por eso, debemos conseguir escuchar sus demandas, corregir aquello que no funciona y comenzar a introducir medidas destinadas a un cambio positivo.
La evaluación por competencias es otro de los instrumentos que las empresas tienen a su disposición para sacar el máximo partido posible a las capacidades de sus empleados. En muchas ocasiones, hay personas que están ocupando un puesto que no le corresponde, y eso no deja de suponer un inconveniente muy elevado. Para comenzar, porque no estamos aprovechando todo el potencial de ese trabajador.
Por otro lado, porque ese empleado no se encontrará, probablemente a gusto desempeñando esa tarea, y puede ser mucho más productivo en otro departamento o realizando otra labor. Cuando evaluamos por competencias, tenemos una visión clara de cuáles son las capacidades de cada empleado. En caso de que sea necesario, podremos reubicar a los trabajadores para conseguir una alta productividad y que ellos tengan una satisfacción en su ámbito laboral. Nada mejor que tener a los empleados contentos realizando las tareas que mejor saben hacer. No cabe duda de que es una manera de invertir en la empresa y que puede tener unos resultados muy favorecedores.
Tampoco podemos olvidarnos de la evaluación 360, otro instrumento del que una empresa puede disponer para conseguir sus objetivos. Es obvio que no corren buenos momentos dentro del mundo empresarial, la competitividad es cada vez mayor y las cosas se ponen muy difíciles. Pero dar el golpe de timón necesario pasa por conocer a tu plantilla y aprovechar todo el talento que tiene cada uno de tus trabajadores. Gracias a la evolución 360, es posible aumentar la productividad de cualquier empresa. Para eso, es necesario conocer a los empleados y destinar los recursos de la manera adecuada. Evidentemente, una buena comunicación entre los equipos directivos y los trabajadores posibilita que el talento no se desaproveche.
Hablar de años de trabajo en una empresa es hacerlo de experiencia del empleado. A lo largo de la vida laboral de cualquier empleado, va acumulando, vivencias, experiencias y sensaciones. Estas no pueden ser desatendidas en ningún momento por parte de los equipos directivos, ya que la experiencia del empleado es un trípode que se fundamenta tanto en la cultura, la tecnología y el espacio físico.
Probablemente, la experiencia con empleados tiene en una empresa es uno de sus mayores valores, y para quienes están al mando, debe ser la referencia. Un trabajador experimentado es un tesoro que debemos cuidar, y, por tanto, debemos favorecer que se encuentre a gusto y que toda esa experiencia acumulada sirva de valor para el bien común corporativo.
La experiencia que ha acumulado cualquier trabajador posibilita a la empresa disponer de alguien que se va a entregar, que aporta todo lo que aprendido para aumentar la productividad y ser mucho más competitivo. Por esa razón, nunca debemos desatender las demandas de aquellos trabajadores que tienen algo que aportarnos. En muchas ocasiones, nos están dando las pautas de cómo podemos ser una empresa mucho más eficiente y no dudaré en poner en valor toda su experiencia para conseguir los objetivos.
Cuando una empresa se compromete a recoger todo lo que sus trabajadores van pidiendo, se produce un cambio que está destinado a la mejora. Para ello, es imprescindible conocer a los empleados, evaluarlos debidamente y poder sacar todo el potencial que tienen. Hay que estudiar a la plantilla y los departamentos de RRHH deben tener las herramientas necesarias para conseguir una información veraz, objetiva y eficaz que posibilite ese cambio tan necesario.
En un mundo cada vez más competitivo, poner en marcha todo lo necesario para conseguir destacar es cuestión de proponérselo. Pero no queda otra que seguir ese camino y convencerse de que otra manera de trabajar es posible. Conocer bien a las plantillas y a las posibilidades de los empleados puede ser el principio del cambio que tu compañía necesita.