GETAFE/Medioambiente (15/02/2023) – Los alumnos y alumnas del colegio público Ana María Matute, de esta ciudad, han explicado a la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, y a la concejala de Educación, Ángeles García, el proyecto de Ecoescuelas, y lo que están haciendo en este centro. Las ediles han visitado el centro para ver y escuchar de primera mano, las explicaciones sobre este proyecto educativo y medioambiental.
El alumnado explicó que con este proyecto “queremos fomentar la participación en la toma de decisiones, la concienciación sobre la importancia del medio ambiente; el consumo responsable; la cooperación internacional y el comercio justo”. Con ello se han ganado la bandera verde de Ecoescuelas. “tenemos un Comité Ambiental, con profesorado, familias y alumnos, que se reúne semanalmente y trabaja en propuestas para que la comunidad educativa actúe por el medio ambiente, como disminuir el consumo de envases individualizados en el almuerzo, reduciendo los residuos; no malgastando agua, o reduciendo el ruido”.
Participan también en el huerto escolar; proponen actividades al centro; comunican “ecocuñas” por megafonía, y promueven el compostaje. En esta línea, participan también en actividades del Ayuntamiento de Getafe.
El Ayuntamiento de Getafe promueve el proyecto Ecoescuelas desde el año 2016. Cuenta con la participación de 11 centros, 8 de ellos de Educación Primaria y 3 de Secundaria. Llega a un total de 6.252 alumnos y alumnas, 3.809 de Primaria y 2.443 de Secundaria. Cabe destacar el papel de la Empresa Municipal de Limpieza, LYMA, que colabora con sus programas a través de la Mesa de Educación Ambiental.
Una Ecoescuela es un centro educativo en el que se desarrolla un proceso de mejora ambiental. Cada centro elige trabajar un tema entre varios posibles, como son el agua; el ahorro energético y energías alternativas; la agricultura biológica y comercio justo; residuos; limpieza y cuidado del entorno.
Además, en el colegio Ana María Matute también se lleva a cabo otro interesante proyecto para la prevención del acoso escolar, que sus participantes también contaron a las ediles. Se sustenta en la idea de que los compañeros y compañeras que son espectadores, que no son ni los acosadores ni los acosados, reaccionen en situaciones de conflicto asimétrico. Esto resulta crucial para influir sobre el contexto, generando actitudes de empatía y respeto.
Desarrollan una sesión semanal en cada grupo para trabajar la convivencia. El alumnado y la figura del mediador participan en los patios, y sus intervenciones quedan reflejadas en el cuaderno de mediación. Implican a todos los sectores de la comunidad educativa en la prevención de conflictos y en la mejora de la convivencia. Aplican estrategias de aprendizaje cooperativo para el desarrollo de la empatía, la trabajan también a través del proyecto Ecoescuelas.