GETAFE/Varios (19/01/2023) – Una de las mejores maneras de realizar una mudanza es mediante una furgoneta de alquiler, como las que podemos encontrar aquí https://www.confivan.com/alquiler-furgonetas/lugo/, puesto que nos permite ahorrar un buen dinero y llevarla a cabo cuando nos apetezca.
En este caso, lo normal es no poseer demasiada experiencia conduciendo estos vehículos, de forma que es mejor tener presentes una serie de recomendaciones o trucos, que harán el proceso más llevadero.
Cuando nos mudamos desde una ciudad como Toledo (en el enlace podemos pedir la furgoneta que nos haga falta https://www.confivan.com/alquiler-furgonetas/toledo), conviene solicitar un permiso al ayuntamiento.
Las calles suelen ser estrechas, por lo que no es raro que entorpezcamos el tráfico, lo que nos puede acarrear una multa si no hacemos las cosas bien. Para esto, acudiremos al ayuntamiento con el fin de que pongan algunas vallas, desviando el tráfico si es posible o al menos avisando al resto de conductores.
Además, así vamos a reservar el hueco para poder aparcar la furgoneta, algo que no resulta nada sencillo, especialmente en una ciudad como Toledo en la que apenas hay calles anchas.
Nada más entrar en https://www.confivan.com/alquiler-furgonetas/cadiz/ ya tenemos nuestro vehículo para comenzar a cargarlo, algo en lo que hay que poner especial cuidado.
Por una parte, no queremos que las pertenencias se rompan y, por otra, es muy peligroso que la carga se desplace, pues incluso podemos tener un accidente. De este modo, los enseres más pesados, como los electrodomésticos, las camas, etc., conviene que vayan amarrados con cuerdas, pulpos, cinchas, etc., para lo cual los laterales de las furgonetas suelen llevar guías o agujeros.
Cuando tenemos cajas pequeñas, se pueden sujetar unas contra otras, más si llenamos la furgoneta por completo, aunque una cuerda que atraviese el vehículo de lado a lado nunca sobra, ya que eso afianza la carga y la hace más estable.
Cualquiera de las furgonetas de https://www.confivan.com/alquiler-furgonetas/mataro/ tienen un límite de peso muy claro. Con la carga, nunca pueden exceder de los 3500 kilos, una cifra que en una mudanza es muy fácil de sobrepasar.
Hay que saber que no tenemos esas 3,5 toneladas, sino que a ellas hay que restar lo que pesa el vehículo, que excederá de los 1000 kilos, por lo que al final nos quedarán unos 2000, o quizás menos, si la furgoneta es grande para cargarla.
Dos toneladas pueden parecer muchas, pero si comenzamos a sumar lo que pesa todo lo que llevamos es muy sencillo pasarse, lo que puede resultar peligroso, ya que las furgonetas no están diseñadas para eso, por no hablar de que nos pondrán una buena multa si las autoridades nos hacen pasar por la báscula.
Si vamos a realizar una mudanza pequeña, el alquiler de una furgoneta es una buena idea, siempre teniendo cuidado, pues, al no ser transportistas, hay muchas cosas que podemos pasar por alto como el peso excesivo, atar los muebles con firmeza o pedir un permiso al ayuntamiento.