GETAFE/Look total (07/06/2022) – ¡Por fin llego el día! Después de dos años y pico sin coger un vuelo de más de 3 horas, ya tocaba de nuevo, embarcamos rumbo Chicago!
La Ciudad de los Vientos. Está pensada para moverse a pie o en transporte público, la mejor forma de conocer bien la ciudad. Los rascacielos, Millennium Park y diversos museos de renombre internacional son algunos de los puntos de esta ruta.
Uno de los elementos que definen Chicago es su skyline, hacía mucho tiempo que me moría de ganas de conocerlo, lleno de altos edificios e interesantes formas arquitectónicas. De hecho, esta ciudad fue la cuna de los rascacielos. Así que en el primer día de ruta nos propusimos ver muchas de las vistas de algunos de los edificios más impresionantes, nos tocó caminar y caminar por el centro, sobre todo por la conocida zona comercial Magnificent Mile, donde también buscamos el Garret Pop Corn, unas palomitas muy originales de allí, de queso y caramelo, contra todo pronóstico, nos encantaron.
Empezamos el día admirando el estilo neogótico de la Tribune Tower. Después, subimos por la Avenida Míchigan hasta llegar a la Water Tower, que sobrevivió al Gran incendio de Chicago y es una de las más antiguas de Estados Unidos. Si sigues subiendo, llegarás al rascacielos 875 N Michigan Avenue. ¡No nos podíamos perder su vertiginoso mirador! He de reconocer que me temblaron las piernas un poco, pero repetiría 1000 veces. Y justo en esa misma calle había un montón de lugares de interés, como la Holy Name Cathedral, con toda la fachada repleta de hiedra, el Wrigley Building y la Trump Tower.
Tras la comida, cruzamos el río para llegar a Millennium Park, una gran área verde con rincones repletos de arte público como la conocidísima Cloud Gate, la judía (foto obligatoria), me pareció de lo más original y bonito, cada día nos acercábamos un ratito a verla, o la fuente Crown, con caras que te sonríen y con un chorro de agua que te refresca al momento. Pasamos un rato bastante largo paseando por los jardines, acercándonos al Chicago Cultural Center y al importante museo Art Institute of Chicago, donde hay obras de Picasso, Kandinsky o mi adorado Warhol. Después de tanto patear y patear estábamos k.o, pero parar no era una opción, buscamos los las típicas tabernas donde Al Capone bebía con sus amigos, Billy Goat Tavern y allí hicimos una larga parada, probamos el chupito que sorteó la ley seca, el licor Marlört, una cosa muuuy amarga, era medicinal decían, pero para beberlo hay que tener muuucha sed. Y ahora sí que si, hora de una cenita y a descansar.
Al día siguiente teníamos que visitar Navy Pier, uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad y también del Medio Oeste. En este muelle tienes atracciones, como la gran noria, y entre sus actividades puedes dar un paseo en barco por el río o el lago. ¡Las vistas son inmejorables! Por supuesto nos subimos a uno de los barcos y recorrimos todo. Antes de comer, decidimos ir hasta el barrio de Little Italy, donde probamos el Italian Beef Sandwich, uno de los platos típicos de Chicago y una limonada de Mario, que es una especie de granizado con jugos naturales, ¡una delicia vaya! Y a seguir la ruta, fotografiamos cada esquina de Little Italy hasta coger el tranvía que recorre el Loop (barrio céntrico) por las alturas.
A media tarde, sin darnos cuenta llegamos a Lincoln Park, un vecindario del distrito de North Side, al norte del Loop, con ambiente universitario y muchas zonas verdes. Bañarte en la playa North Avenue, tomar vistas de la ciudad, ver el Museo de Historia de Chicago, visitar un zoo de los más antiguos del país… Todo eso fueron objetivos cumplidos de nuestro viaje.
Uno de los museos que más ganas tenia de visitar es el de Ciencias de la naturaleza, decían que era el mejor del mundo y más completo, más que el de NY, y vaya que sí, que sorpresa más grata. Podrías pasarte días visitando la inmensa colección del Field Museum. En nuestra ruta, le hemos dedicado la mañana del tercer día. Este museo de historia natural y antropología, que es uno de los más grandes del mundo, alberga impresionantes muestras de esqueletos de dinosaurios, la adorada Sue, el T-Rex más completo del mundo. Además su ubicación es genial, lo encontrarás en el Museum Campus, donde también están el Adler Planetarium y el Shedd Aquarium.
A la hora de comer, nos fuimos en busca de la pizza típica de allí, la Deep pizza, es más parecido a un pastel de carne que a una pizza italiana, pero esta riquísima. Más tarde nos volvimos a la zona céntrica donde empezaba el paseo The Riverwalk, a orillas del río Chicago. Está lleno de restaurantes, bares, terrazas, áreas de descanso… Teníamos que admirar por última vez las vistas arquitectónicas de la ciudad por donde Batman y Spiderman han “volado” alguna que otra vez y despedirnos. Sin duda un país donde volvería y hasta podría vivir. Apúntalo si vas a EEUU, no te va a defraudar.
Os dejo fotos del viaje, looks, y nos vemos en la siguiente ruta, pero eso será en el siguiente post.
¡HASTA PRONTO!
[Y siempre, siempre, siempre… Diviértete combinando]
“Si no vas, nunca lo sabrás”