GETAFE/Reportaje (10/3/2022)- El jueves 10 de marzo, en el Teatro García Lorca, el feminismo getafense se vista de gala para entregar los galardones que en sus distintas categorías ha otorgado el Consejo Sectorial de Mujer
Del Ondas al Premio 8 de Marzo de Getafe. “Están siendo unos meses muy locos, de premios muy surrealistas. Pero este tipo de reconocimientos hace mucha ilusión”. Carolina Iglesias es junto a Victoria Martín una de las voces del podcast más rompedor del momento: Estirando el chicle. “Es un podcast de humor en el que hablamos cada semana con invitadas con perfiles súper diferentes: han venido desde Karina hasta Lola índigo pasando por Chelo García Cortés, Francine Gálvez, o deportistas como Virginia Torrecilla. Al final vienen, nos cuentan su historia charlamos con ellas y hablamos: a veces de temas más comunes y menos profundos como hablar de tus vacaciones o de experiencias en viajes; y otras veces más concretos: temas de la regla, por ejemplo, que hablamos con total libertad. Somos las jefas del programa y decidimos absolutamente todo lo que se dice en él”. Rompen tabús “y al final te das cuenta de que estas cosas las hablas con tus amigas en una terraza tomando unas cervezas. Yo toda la vida me he pasado compresas y tampones como si estuviera pasando droga escondiéndolo y si esto hace que las próximas generaciones no vivan esto como una vergüenza habrá merecido la pena”.
Son cómicas en un mundo de hombres. “Es cuatro veces más difícil”, ratifica Victoria. “Hemos tenido que empezar desde abajo desde la autoproducción, pero el público está de nuestro lado. Lo estamos petando. Yo ya no pienso ni en ellos. Todo se está inundando de este movimiento de comedia hecha por mujeres que me parece ya imparable”. ¿Estirando el chicle es humor de mujeres para mujeres? “Nosotras hablamos de nuestras vivencias personales. Somos mujeres y podemos hablar de cosas que solo vive una mujer. Pero nosotras hemos crecido con el humor que hacen ellos desde que somos pequeñas y lo hemos entendido. Lo único que hacía falta es un pelín de diversidad”, analiza Carolina. Victoria la ratifica: “Y si solamente nos escucharan las mujeres también estaría fenomenal. Pero también hay hombres que te dicen que te escuchan y les gusta mucho decirlo. La comedia tiene que ser universal pero el discurso que estamos haciendo nosotras y otras compañeras evidentemente conecta y apela mucho más a cosas que las mujeres no habían escuchado desde la comedia, porque no existía este discurso”.
Se confiesan feministas y lamentan el uso que se hizo “a raíz de la pandemia de la que se culpo a la manifestación del 8M, cosa que es totalmente absurda. En el movimiento feminista, cualquier tipo de costura que se encuentran y de problema siempre se va a hacer infinitamente más visible para quitarle prestigio y quitarle valor. Ahora mismo plantearse una manifestación masiva no es el momento sanitariamente según las normas pero en el día día se sigue trabajando para buscar esa igualdad”.
Más de 60 organizaciones forman parte de la plataforma Aborto sin acoso, que se constituyó en noviembre de 2018 a raíz de un estudio de ACAI (Asociación de Clínicas Acreditadas de Interrupción Voluntaria del Embarazo) y constataron una realidad: “El acoso se sufre a las puertas de las clínicas. Y había que empezar a reaccionar ante un derecho que hay que blindar”. Su objetivo era que la legislación nacional se asemejase “a la francesa, donde está tipificado como delito no solo el acoso, sino la difusión de información no veraz”, explica Sonia Lamas, portavoz de la plataforma.
Porque los últimos metros de una mujer que decide optar por esta opción y acudir a una clínica son en ocasiones infernales. “Un día con rosarios, otro con panfletos, otro con el vehículo ecográfico”, donde además les invitan a un café para que rompan el ayuno y no se pueda realizar la intervención. Incluso “rocían la calle con colonia infantil: una auténtica perversidad. Les dicen que ese hijo no es suyo, ese hijo es de Dios”. Las mujeres llegan destrozadas, en ocasiones con ataques de ansiedad. “Y las administraciones no pueden mirar para otro lado”.
Sigue siendo una práctica estigmatizada y hay grupos organizados que buscan minar la voluntad de las mujeres en un momento especialmente sensible. “Pedimos que se pueda ejercer ese derecho desde la libertad. Este planteamiento nos coloca a las mujeres en una posición de ocultamiento y de cuestionamiento. Mientras no se hagan políticas con una perspectiva feminista, se va a seguir viviendo desde el ocultamiento”.
A la espera del cambio definitivo del Código Penal, las administraciones tienen recursos para frenar este acoso. “En Málaga existieron las zonas de seguridad. Durante un tiempo frente a las clínicas acreditadas. A fecha de hoy no tenemos ningún ejemplo más. En Madrid todas están en el Ayuntamiento de Madrid y hemos apelado a que se establezcan estas zonas. Impiden el desarrollo del trabajo, y además hacen uso inadecuado del mobiliario urbano. Se podría hacer a nivel de la Comunidad Autónoma”. Pero no hay respuesta.
Lamas también reivindica desarrollar la ley de derechos sexuales y reproductivos. “No se habla de la interrupción voluntaria del embarazo, del acto médico, ni del acompañamiento. Sigue siendo la única prestación sanitaria estigmatizada. Mientras no haya formación e información será una práctica estigmatizada”.
Las clínicas acuden regularmente a comisaría a denunciar pintadas, huevos, pegatinas, rosarios… Pero lo más doloroso es el estado de cómo llegan las mujeres “la angustia que sufren, el trabajo que hay que hacer con ellas para tranquilizarlas”. El cambio del Código Penal “no es suficiente, pero es importante. Veremos cuando entre en vigor qué ocurre, porque están ya trabajando en cómo sortear la normativa”.
En marzo de 1992, cuando apenas había comenzado a andar el Consejo Sectorial de Mujer, que llevaba tres años, el Centro de la Mujer abrió sus puertas. Tres décadas después, Carmen Fernández, técnica de la hoy Delegación de Feminismos, recuerda aquellos primeros momentos de un centro que nace en colaboración con la concejalía de Servicios Sociales, y con Carmen García Rojas como promotora. “Las mujeres demandaban un centro específico para las ellas. Aquí se empezaron a reunir las asociaciones, empezaron a hacer reuniones del consejo. Pronto tuvimos el apoyo de psicólogas, abogadas… en colaboración con otras delegaciones: de educación, de juventud”. En aquel momento la demanda era el asesoramiento en procesos de separación. “Las mujeres recibían atención jurídica. Dábamos muchos cursos, en colaboración con la Comunidad de Madrid de formación para el empleo de las mujeres. Esos cursos trajeron a muchas mujeres. Ahora los cursos son más de empoderamiento. Con los años se ha ido conociendo el centro: nos llegan muchas mujeres en momentos críticos: separaciones, violencia…”.
Siempre ubicadas en el calle San Eugenio, “salvo por motivos de obras”, el centro ha crecido exponencialmente. De las cuatro personas que comenzaron, hoy son cerca de una docena. Elisa Represa, actual coordinadora del Centro de la Mujer, explica las dos patas en las que se asienta: “Las compañeras que llevan el punto del Observatorio Regional de Violencia de Género, que son 2 trabajadoras sociales y 2 psicólogas y está pendiente que se incorpore una psicóloga infantil; y la parte de Igualdad, donde se trabaja la sensibilización, prevención, igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres”.
En estas tres décadas las necesidades y los retos han ido cambiando. “Ahora nos está costando llegar a la población joven y estamos un poco alarmadas por los últimos estudios”. Por eso se están volcando en hacer actuaciones en centros educativos, en crear una red de alumnos que luchen por la igualdad; o el proyecto de nuevas masculinidades, para formar a profesores y trabajadores del ayuntamiento… En otros ámbitos también se trabaja en entrelazar el Plan de Igualdad del municipio con el proyecto Getafe Ciudad Segura. “Tener una mesa técnica para hacer propuestas concretas, sobre puntos negros, pero no solo. Seguridad en general en el espacio público”.
Ahora Carmen echa la vista atrás y sí valora lo conseguido. “Ver las movilizaciones antes de la pandemia, tantas mujeres que han salido, se han sumado. Ha sido un impulso a nivel mundial. Desde la discriminación laboral, hasta lo más grave que es la violencia de género”. Tras la pandemia “ahora estamos levantando la cabeza y recuperando el impulso. Con ganas de seguir luchando”. Y con un mensaje más: “Necesitamos la implicación de los hombres”.
El 27 de noviembre del 2021 fallecía una de las escritoras más queridas, premiadas y elogiadas de la novela de ficción. Su figura es un referente feminista a nivel nacional innegable, pero además en Getafe se le ha homenajeado poniéndole su nombre a la Biblioteca municipal del barrio de La Alhóndiga, que ella misma inauguró.
Activista feminista abolicionista, superviviente de la trata de mujeres. Es militante de EHMA – Euskal Herriko Mugimendu Abolizionista (Movimiento Abolicionista del País Vasco). En el año 2021 fue una de las fundadoras de la asociación Emargi, dedicada a luchar de manera integral por un futuro libre de explotación sexual y reproductiva de mujeres y niñas desde su dimensión local, nacional e internacional. También en el año 2021 ha publicado su primer libro La revuelta de las putas.
Virginia Torrecilla es jugadora del Atlético de Madrid y capitana de la Selección Española. En 2020 fue diagnosticada de un tumor cerebral que le hizo retirarse de su carrera, a la que recientemente ha vuelto. Es habitual encontrarla en las redes denunciando el machismo en el mundo del deporte y concretamente del fútbol, enfrentando y visibilizando situaciones diarias que viven nuestras deportistas, como tocamientos o comentarios sexistas por parte de periodistas deportivos.
Científica getafense, del barrio de los Molinos y estudió en el IES Satafi. Licenciada en Ciencias Ambientales con el mejor expediente de su promoción en la Universidad Rey Juan Carlos. Pronto puso el foco en el planeta rojo y hoy está a punto de publicar un mapa geomorfológico de un área de la superficie de Marte de más o menos 200.000 kilómetros cuadrados. En el mapa realizado por Robas destacan dos cráteres de impacto que han sido bautizados con los nombres de Margulis y Roemer, como homenaje a estas dos reconocidas científicas.
Comenzó su militancia feminista en Getafe de la mano de Carmen García Rojas hace 33 años en el Consejo de la Mujer, y desde entonces ha vivido todos los procesos de la lucha feminista en Getafe. Su compromiso firme por defender los derechos de las mujeres en todos los ámbitos, la ha convertido en un referente de lucha, sororidad y compromiso a lo largo de todos estos años. Sigue participando activamente en el Consejo Sectorial de Mujer e Igualdad.
Tanto el IES como la comisión, participan y colaboran en la sensibilización contra la violencia de género, la visibilización de las mujeres y su importante participación en la historia. El alumnado del Altair y demás participantes de la Comisión de Igualdad, colaboran de forma altruista en la realización de campañas de sensibilización además de informativa contra la violencia de género y la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Cuentan con la colaboración del profesorado y familias.