GETAFE/Varios (7/3/2022)- El sector cárnico lleva unas semanas en las portadas de medios nacionales e internacionales. España es uno de los productores cárnicos más importantes de Europa y, lo cierto, es que es un sector que no deja apenas paro. «En España, la profesión de carnicero no tiene paro. Es uno de los sectores que siempre están buscando nuevos profesionales y eso dice mucho de la calidad del producto, de su importancia en la economía y, sobre todo, en la alimentación de la sociedad» explican desde el sector.
De hecho, si hay algo que siempre ha llamado la atención son sus escaparates, donde las piezas lucen para ser seleccionadas por los clientes.
Sin embargo, de unos años a esta parte, son muchas las que prefieren también ofrecer, para quienes no llegan a su horario comercial, una ventana digital desde la que encargar sus productos.
«Es cierto que sigue siendo más habitual acercarse al establecimiento, pero hoy en día, con los canales de venta online, son muchos los que optan por hacer pedidos online sabiendo que los profesionales elegiremos el mejor corte y pieza para hacérselo llegar. Es nuestro compromiso y responsabilidad» explican desde Gourmet Jorge, una carnicería online que entendió la importancia de dar el salto a la digital y cuenta con cinco estrellas en las reseñas de Google.
Actualmente hay contratados más de 60.000 carniceros en los distintos establecimientos, pero está claro que el sector de la alimentación fresca pasa por un momento de cambio que tiene que ver con la venta online.
Hoy en día, España es el tercer país de la UE en volumen de negocio, con más de 4500 millones de euros, por lo que aprovecharse también de las tendencias de la venta online y de la forma de entender las compras en la sociedad actual.
De hecho, son muchos los que ven en la digitalización una salida a la subida de los precios de los suministros y de la logística. Es probable que el futuro de este sector pase también por dar el salto a la venta online siempre que el tiempo hasta que llegue al domicilio y que la calidad, como suele ser habitual, siga exigiendo ser elevada.