GETAFE/Varios (7/2/2022)- Rehabilitar una vivienda suele ser uno de los trámites que llevan a cabo los nuevos propietarios antes de entrar en el inmueble. Teniendo en cuenta los años de muchas de las casas que se encuentran en el mercado de la segunda mano, uno de los más potentes actualmente del sector inmobiliario atendiendo a las cifras de compraventa actuales, es habitual que, antes de entrar a vivir, se de lo que algunos llaman un lavado de cara, que no es otra cosa que actualizar no solo la pintura y suelos, sino revisar en qué condiciones están las ventanas, si se va a reformar su distribución actualizándola o, incluso, en la mayoría de los casos, las condiciones en las que están las instalaciones sanitarias y eléctricas. Sobre todo, porque se puede aprovechar de la tecnología de autoconsumo para ahorrar y ser más sostenible.
Para hacer una rehabilitación integral de la casa, también, en el caso de las que tienen patio o jardín, hay que incluirlo para que fluya.
«Es impensable hacer una reforma integral dentro de la vivienda y no contar con los accesos a la zona abierta. La rehabilitación de terrazas y jardines con uso de materiales como la madera es la que de verdad da una visión al conjunto armónica. Además, hoy en día hay materiales como la tarima tecnológica que permite que, una vez hecho el proyecto, no necesite mantenimientos adicionales» explican desde La Patioteca, una empresa madrileña dedicada a este tipo de servicios.
¿Por qué apostar por la rehabilitación integral de una vivienda?
Con la migración urbana hacia las zonas alejadas del centro se ha vuelto a dar vida a muchos pueblos y, sobre todo, a muchas casas que estaban apenas aprovechadas. Las posibilidades que ofrecen para familias en cuanto a superficie y, sobre todo, el contacto con el aire libre y la naturaleza es lo que ha convencido a miles de compradores a dar el salto y poner kilómetros por medio de los centros de capitales.
En el caso de Madrid, la sierra, por ejemplo, siempre ha estado muy bien valorada y, gracias a una importante red de comunicación por carretera y también RENFE, ha sido la primera residencia de muchas familias que se desplazaban al centro a trabajar, pero luego salían a plena naturaleza.
Este tipo de desarrollos, que tuvieron su punto clave en la época de los 90, ahora está teniendo una gran eclosión en la zona sur, donde tienen también una serie de ventajas al alejarse de la capital gracias a la inversión de los años pasados en la conexión rápida con el centro y, sobre todo, por las opciones de disfrutar de entornos naturales que están ahora mismo potenciándose.
Eso ha puesto de nuevo en valor viviendas que, olvidadas y, en muchos casos, heredadas por generaciones más jóvenes, están siendo rehabilitadas y a las que se está sacando partido gracias a la amplitud de sus plantas y, sobre todo, a su conexión con las parcelas de una forma integrada, usando porches, terrazas y jardines como parte de la vivienda misma para disfrutar a lo largo del año.