GETAFE/Varios (8/2/2022)- Los neumáticos de nuestro coche sufren un gran desgaste, en especial si hacemos conducción deportiva o vivimos en un sitio en el que hay bastantes rotondas.
Con el paso de los km se van desgastando, momento en el que conviene buscar un taller de neumaticos en getafe o uno próximo a nuestro domicilio, ya que con los neumáticos es mejor no posponer la sustitución.
En la inmensa mayoría de ocasiones las ruedas no nos van a dar problemas y el motivo del cambio será su desgaste.
Fijándonos en un neumático cualquiera, comprobaremos que dentro del dibujo tienen una especie de gomas transversales. Hay varias y son todas iguales.
Esos son los testigos y cuando “salen a la superficie” significa que el dibujo del neumático ya no es suficiente para poder circular seguros, en especial cuando llueve.
Además de por seguridad, si los testigos afloran hay que ir al taller para evitar una multa, pues si la Guardia Civil nos hace parar y ve que las ruedas están muy gastadas nos multará.
Hay ocasiones en la que los neumáticos no han llegado a su límite, pero se deforman. Esto pasa si hacemos mucha ciudad, circulamos por firme en mal estado, hemos sufrido un bordillazo o las ruedas son de mala calidad.
De este modo, si el volante vibra o incluso se mueve hay que ir al taller para que comprueben si las ruedas delanteras son las culpables con el fin de cambiarlas.
La goma de las ruedas va perdiendo propiedades con los años y se termina endureciendo. En los talleres llaman a esto “ruedas cristalizadas” y son muy peligrosas para los conductores.
El neumático se pone duro y apenas se desgasta, pero a su vez pierde buena parte de su adherencia, por lo que agarra muy poco y podemos salirnos de la vía.
Para evitarlo, habrá que hacer el cambio al pasar unos cinco años desde la última vez si las ruedas siguen sin desgastarse por completo.
Los flancos son la parte más débil del neumático y aquí pueden aparecer pequeños bultos que reventarán en cualquier momento.
Salen por golpes contra los bordillos, pasar baches a demasiada velocidad, circular por caminos con muchas piedras, etc. y si conducimos con unos neumáticos así nos jugamos la vida, literalmente.
A veces no se ven a simple vista, pero sí que se aprecian al pasar las manos por esos mismos flancos, algo que deberíamos hacer de vez en cuando.
Las ruedas se pueden deformar con el paso de los años y a veces hacen ruido al circular. Es muy típico escuchar un ruido, como unos golpes rítmicos que se nota que no provienen de nada metálico y no averiguar de dónde vienen.
Si bajamos la ventanilla localizaremos que provienen de la zona de la rueda, además de darnos cuenta de que cuando el asfalto está en buen estado y circulamos despacio, la carrocería hace un movimiento extraño que es muy leve.
Esto lo ocasiona una de las ruedas delanteras en mal estado, así que lo mejor es coger cita en nuestro taller de confianza para que lo confirmen y pongan dos neumáticos nuevos.
Debemos saber muy bien en qué momento cambiar los neumáticos, pues nuestra seguridad al volante depende de ellos. Son los que hacen que el vehículo “se pegue” al suelo y si están en mal estado es muy fácil tener un accidente.