GETAFE/Tribuna con acento (07/01/2021) – Hace más de cuatro décadas que las entidades y movimientos sociales presentes en el medio rural vienen reivindicando la importancia de un ‘Mundo Rural Vivo’ reseñando que su valor reside en primer lugar en el hecho de que el 85 por 100 del territorio está considerado como espacio rural. En él alberga EN TORNO AL 20 POR CIENTO DE LA POBLACIÓN DE NUESTRO PAÍS. Desde entonces, se han realizado multitud de estudios e investigaciones, así como manifestaciones y denuncias para evidenciar los efectos perversos del abandono. Recientemente el Consejo Económico y Social (CES, junio 2021) ha publicado un informe bajo el titulo Un Medio Rural Vivo y Sostenible. Es relevante que al mismo tiempo que se describen las graves carencias del “vaciamiento y/o la despoblación”, que amenazan al territorio, también muestra una batería de sugerencias y propuestas, donde las debilidades y carencias del medio rural son susceptibles de convertirse en potencialidades con la necesaria inversión económica.
La segunda consideración de importancia del medio rural es LA CENTRALIDAD DEL MEDIO FÍSICO en las actividades productivas, con una mayor relevancia de las actividades agrarias, ganaderas, pesqueras. Son actividades conectadas con la silvicultura o los aprovechamientos forestales, entre otras. Las actividades del sector primario abastecen de alimentos seguros y de calidad a la población, al mismo tiempo que contribuyen a luchar contra la erosión, a reducir la frecuencia y la extensión de los incendios y a evitar la desertificación. Estos criterios de calidad deben prevalecer sobre la tendencia de las macrogranjas y las tendencias intensivas donde el criterio de rentabilidad predomina sobre la sostenibilidad de los ecosistemas. Con las macrogranjas tal como sostienen las Plataformas Rurales: «No solo lo sufre el medio ambiente, sino la economía de la zona, con pérdida de calidad de vida o las afecciones a la salud. Al final la gente se acaba yendo y abandonando los pueblos«.
La tercera consideración es EL CAMBIO CLIMÁTICO y la importancia del mantenimiento de la biodiversidad. Este fenómeno está en estrecha relación con la preservación del patrimonio ambiental y cultural, así como del buen funcionamiento de la cadena alimentaria. Las áreas rurales están teniendo un papel decisivo en el proceso de descarbonización, en tanto que el territorio es parte esencial de la solución, al tiempo que van a poder beneficiarse de las oportunidades que la transición ecológica asociada al desarrollo de las energías renovables, de las redes eléctricas, del hidrógeno renovable y las tecnologías de almacenamiento en el territorio.
Una cuarta consideración son las deficiencias relacionadas con la INVERSIÓN PÚBLICA, referidos principalmente a la insuficiente provisión de ciertos SERVICIOS ESENCIALES. Algo más de un tercio de los hogares en municipios de menos de 10.000 habitantes señalan tener dificultades para acceder al menos a un servicio público o de proximidad (tiendas de alimentación, servicios bancarios, servicios postales, transporte público, servicios sanitarios o centros de enseñanza obligatoria), que afecta a la cohesión social y territorial.
Los desequilibrios de la pirámide de población suponen afrontar el envejecimiento y la masculinización. Por ello es preciso favorecer el asentamiento y la FIJACIÓN DE LA POBLACIÓN, especialmente de mujeres y jóvenes, así como garantizar las condiciones de vida que favorezcan la crianza de hijas e hijos.
La mayor presencia de personas de edades superiores a los 65 años, abre un escenario de oportunidad para consolidar una atención digna a la DEPENDENCIA. Requiere ampliar la Red de Servicios de atención y una mayor inversión económica. Ello implica mejorar la calidad de vida al mismo tiempo que es una fuente de empleo que contribuye a la fijación de población que presta servicios. LOS SERVICIOS DE SALUD en el territorio exigen características de máxima proximidad y accesibilidad.
La pandemia ha contribuido a visualizar la importancia de los COMERCIOS LOCALES y las preferencias de la población hacia el consumo de productos de proximidad. Al mismo tiempo se han hecho evidentes la escasez y problemas dotacionales de servicios púbicos básicos: infraestructuras y equipamientos de movilidad, la educación, la salud, la protección social, junto con la falta de una política que facilite el acceso a la vivienda especialmente a la población migrante.
Es necesario POTENCIAR LA INDUSTRIA AGROALIMENTARIA, que complementa y potencia el sector primario, generando sinergias que aumentan la productividad y la renta rural. Ello facilita el desarrollo de las cadenas de Valor Añadido Bruto, en especial las actividades transformadoras, con una alta frecuencia de elaboraciones artesanales locales y conserveras.
LA DIGITALIZACIÓN DE LA CADENA AGROALIMENTARIA, especialmente el acceso a internet a través de banda ancha, facilita el acceso de la población a la información y a un gran número de servicios. Favorece el desarrollo empresarial y los nuevos modelos de negocio, así como atender de forma más directa los vínculos entre productores y consumidores y mantener la sostenibilidad ambiental. EL AUMENTO DEL TELETRABAJO ha producido un eventual aumento de población, que importa consolidarlo.
SOBRE PATRIMONIO AMBIENTAL, HISTÓRICO Y CULTURAL. El medio rural tiene un papel clave en la conservación y mejora de la biodiversidad, puesto que aglutinan la mayor parte de la tierra, el agua y otros recursos naturales que dependen de la continuación de prácticas apropiadas y sostenibles. Así como el desarrollo de medidas efectivas orientadas al aumento de la capacidad de absorción edáfica de emisiones de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). A ello hay que añadirle el Turismo Rural y toda la defensa y conservación arquitectónica y gastronómica.
EL PLAN DE RECUPERACIÓN, TRANSFORMACIÓN Y RESILIENCIA supone una oportunidad para mejorar el esfuerzo inversor en este ámbito, en tanto que incluye diferentes proyectos en infraestructuras y equipamientos sociales. Los proyectos Next Generation EU son una oportunidad. Este instrumento, acordado en el Consejo Europeo de julio de 2020, y dotado con 750.000 millones de euros se perfila como una vía fundamental de apoyo para salir de la crisis orientando el gasto y la inversión pública hacia un crecimiento sostenido y sostenible en el medio rural en el medio y largo plazo. Los análisis y diagnósticos en el medio rural son abundantes y precisos, falta voluntad política -más allá de tiempos electorales- para llevarlos a cabo. Ahora hay recursos para el equilibrio y cohesión territorial.