GETAFE/Varios (31/1/2022)- Quien tiene hoy en día un espacio abierto tiene un tesoro. Si algo ha puesto el coronavirus en relieve es la necesidad, pese a las tendencias de las décadas anteriores, de tener un espacio abierto en el que disfrutar al aire libre cuando el tiempo lo permite.
Pero no solo se trata de tener un espacio abierto, sino de que de verdad esté aprovechado e invite a disfrutarlo. Es en ese momento en el que entra a relucir una disciplina que es poco conocida, pero clave: el paisajismo.
«El paisajismo se basa en conseguir el máximo disfrute de la naturaleza y su entorno, creando espacios únicos, a gusto de quien los va a vivir, pero siempre basándose en principios de la armonía» explica Marta Puig Bellacasa de Estudio de Paisajismo.
En un momento donde la necesidad de apostar, incluso en las ciudades, por espacios verdes y donde los jardines verticales empiezan a ser mucho más habituales incluso en las terrazas, contar con un colaborador paisajista es clave para tres situaciones:
1. Nuevas promociones: si algo lleva tiempo siendo imprescindible es crear bloques que, a la vez, fomenten el contacto de vecinos en zonas comunes. Más allá de los colivings que están empezando a tener un gran éxito en algunas zonas españolas, las promociones residenciales necesitan de un jardín en el que poder salir a jugar los niños y relacionarse los padres. Pensar bien el espacio para que sea duradero, coordine con el resto de la edificación y, sobre todo, tenga un mantenimiento fácil, es vital para que durante años siga funcionando.
2. Comercios, restaurantes y terrazas: son muchos los que ya integran una parte verde dentro de sus establecimientos y terrazas. Es algo que, llegado además el verano, ayuda a atraer público y a conseguir que las ciudades luzcan algo verdes bajando la temperatura habitual del asfalto.
3. A nivel particular, ha habido un tránsito de los pisos sin zonas abiertas a las terrazas, a zonas en las afueras que permitieran más espacio al aire libre e incluso a la vuelta a las zonas rurales para ganar un pequeño terreno en la propia vivienda. Esto, que a priori es una ganancia, lo es aún más cuando un paisajista saca partido desde la terraza más pequeña a la finca más grande, aprovechando los espacios para jardines llenos de flores silvestres, para zonas de recreo rodeadas de sombras naturales o incluso para jardines verticales de fácil mantenimiento que disfrutar en la terraza todo el año.