GETAFE/Look total (29/10/2021) – Es cierto que con tantas islas dispersas por el Egeo y el Mediterráneo, la cosa se pone complicada para escoger una sola isla griega donde ir de vacaciones. Solo unas 200 están habitadas, y cualquiera de ellas puede ser buena para disfrutar de la vida al más puro estilo mediterráneo: calas solitarias (incluso en verano), aguas cálidas y profundamente azules, leyendas mitológicas, antiquísimas ruinas blanqueadas por el sol y el tiempo…
Pero para ser la primera vez que pisábamos tierra griega, ¿cómo no ir por Santorini y Mykonos? Y así hicimos:
Pero antes… déjame decirte algo: Grecia tiene unas 6.000 islas, flipante. Digamos que hay dos grupos principales de islas griegas:
Las Islas Jónicas, son las que se encuentran en el mar Jónico, en la zona noroccidental de Grecia continental y peninsular. Algunas de sus islas más famosas son Corfú, Paxos, Léucade, Ítaca, Cefalonia, Citera y Zante.
Las Islas del Egeo, son las más numerosas. Dentro de este inmenso grupo (cuenta con unas 5.000 islas) hay diferentes sub-grupos: las islas Cícladas (donde por ejemplo están Santorini, Paros o Mykonos), el archipiélago del Dodecaneso (Rodas, Kos, Tilos…), las islas Sarónicas (las más cercanas a Atenas), la isla de Creta, las islas Egeas del Norte, las islas Espóradas del norte….
Yo te invito a un viaje virtual por algunas de las Cicladas, ¡vente!
Ese clásico que nunca falla, Santorini, es bonita a rabiar y cuenta con uno de los mejores atardeceres del mundo. Y obviamente no puedes perderte las dos iglesias más fotografiadas de Grecia: Agios Spyridonas y Anastaseos, con sus famosas cúpulas azules. Solo hay una cosa negativa: suele ser también la isla griega más frecuentada por viajeros de todo el mundo, así que si no quieres agobios te recomiendo quedarte en la islita al menos 3 días.
Santorini, con sus casitas encaladas y sus encendidas puestas de sol, es considerado como uno de los destinos más románticos del mundo. Y eso es en realidad lo que buscan allí muchos de sus visitantes, ya que se ha convertido en epicentro de lunas de miel, proposiciones nupciales y tortolitos varios. Pero a pesar de esta reputación tan empalagosa, los viajeros solitarios o los que van en familia no deberían borrar de su lista de destinos esta isla. Si se visita con sabiduría, puede ser el lugar ideal para unas vacaciones de relax absoluto.
Lo primero y más importante (aunque despierte cierta controversia) es evitar quedarte en la abarrotada Oia, la ciudad más turística de la isla y donde desembarcan infinitos cruceros para excursiones de un día. En lugar de instalarte en esta zona, basta con pasarse una tarde o cenar por allí.
Los amantes de la naturaleza apreciarán también la Playa Roja de Santorini y su impresionante costa encendida. Si bien no es el mejor lugar para tumbarse a tomar al sol por su reducido tamaño y sus rocas, merece la pena contemplarla antes de dirigirse al cercano yacimiento arqueológico de Akrotiri y adentrarse en la historia antigua de la isla. Yo como amante de los faros, no pude resistirme a acercarme al único de la isla, que está al ladito, es precioso.
Uno de los días lo dedicamos a hacer una excusión para visitar las aguas termales de Santorini que se encuentran en el pequeño islote deshabitado de Palea Kameni. Navegamos desde el puerto de Athinios hasta Nea Kameni y caminamos hacia el cráter del volcán activo. Disfrutamos del tiempo libre para explorar la isla y al acabar un barco nos llevó a nadar en las aguas termales. La actividad volcánica continúa bajo tierra y mantiene la temperatura de los manantiales entre 86ºF y 95ºF (30 °C y 35 °C). Se dice que las aguas sulfúricas de manantial teñidas de naranja que burbujean en una cala poco profunda frente a la costa del islote son curativas para la piel y las articulaciones. Después del bañito tocaba volver al barco para navegar hasta Thirassia y explorar la isla. A la vuelta, volvimos a Fira y nos fuimos corriendo a pasear por sus empinadas callejuelas (que te producirán micro-enamoramientos a cada paso), yo solo aviso. Para ver de nuevo otro atardecer…Recordando sus tiendecitas pintorescas, sus casitas blancas, sus placitas llenas de flores, sus iglesias coronadas con cúpulas azules… ¡Entran ganas de volver ahora mismo!
Y pasaron los días y llegamos a Mykonos. Es una de las más populares y turísticas, y no es de extrañar: en Mykonos hay opciones para cualquiera. La localidad de Jora, la capital, recibe a los habitantes con un sinfín de calles estrechas en las que descubrir barrios como la Pequeña Venecia. Además, es la isla más cercana al famoso yacimiento de Delos, al que se accede en barco. Y si por sus calles ves deambular a un simpático pelícano, ¡no te asustes! Es la mascota oficial.
Si lo que estás buscando es combinar días de relax con noches de fiesta, Mykonos es tu sitio. Aunque no creas que todo en esta isla se parece a la Ibiza más cañera. Si quieres disfrutar de tranquilidad, también podrás encontrarla entre molinos de viento, pintorescas casitas y playas de aguas transparentes. Además cuenta con una oferta de alojamiento muy amplia, una buena idea es buscar un apartamento para alojarte en Mykonos y usarlo como base para recorrer la isla, nosotros alquilamos un quad y fue genial.
Tiene un ambiente semejante del de Ibiza: glamour, lujo y muchas fiestas para aquellos que las desean. Con sus calles de mármol, florecientes árboles de buganvilia y escondidas iglesias, es un paraíso para cualquiera que busque relajarse bajo el abrasador sol griego. Dicho esto, también es un animado lugar turístico. El ambiente de playa en esta isla varía enormemente, así que debes encontrar el sitio correcto para ti. Puedes encontrar el agua azul más increíble del Egeo.
Ohhh… Y qué bien se come en Mykonos, tradicionales tabernas griegas preparan platos tan deliciosos que resultan adictivos. Ohhh, y los gatos. Ohhh, y las calles empedradas. Ohhh, y… ¿todavía necesitas más motivo para visitar esta isla de Grecia? No es casualidad que siempre salga en los listados de las islas griegas más bonitas.
Acabo de llegar y ya me quiero volver a ir… Os dejo looks y fotos
¡HASTA PRONTO!
[Y siempre, siempre, siempre… Diviértete combinando]