GETAFE/Entrevista (29/10/2021) Alfredo Ávila lleva casi 40 años recorriendo todos los pueblos de España con su compañía de teatro, La Murga. Él fue uno de los fundadores de la misma, y en esta extensa carrera ha habido de todo, tanto subidas de éxito como bajadas. Con motivo del estreno de la obra Tic Tac Poe el domingo 31 de octubre en el Teatro Federico García Lorca, el director murciano atiende a GETAFE CAPITAL.
Me planteé esta idea hace años para unos escritos que quería realizar, porque yo también escribo textos. Tenía la idea fundamental de atraer al teatro a público que no suele ir. A raíz de esto, me vino a la cabeza el concepto de fusionar literatura y teatro. Pensé que Allan Poe era un personaje que podía reflejar esto, ya que es un personaje muy teatral. Tanto su obra como su vida están envueltos en una atmósfera misteriosa. Nuestro espectáculo se centra en la última noche de Allan Poe, sobre la leyenda que hay sobre ese momento, y todo lo que pudo suceder aquel día. Algunos dicen que lo emborracharon, luego también está el relato sobre la tumba… etc. Además, también hemos introducido fragmentos de sus relatos como “El Cuervo” o “El Gato Negro”. Me parece fascinante cómo Poe reflejaba sus miedos y sus angustias en sus relatos, por lo que hemos tratado de llevar a cabo esa idea. Nuestra obra refleja muy bien el espíritu de Allan Poe. Creo que la gente que acuda empatizará mucho con el personaje.
A la gente que le guste el teatro les va a encantar, pues es un teatro de texto, algo que hoy en día se hace menos. Normalmente, se suelen hacer cosas más minimalistas. Por su parte, los fans de Allan Poe van a salir fascinados, pues hay muchas referencias a sus obras, y es algo que podrán comprobar. La obra tiene una puesta en escena increíble, tanto la banda sonora como lo audiovisual. La banda sonora en este caso es original, compuesta por Miguel Ángel Marín y Pedro Contreras. Tenemos un equipo técnico y audiovisual espectacular que ha puesto todo su empeño en llevar a cabo esta obra. Es un espectáculo visualmente muy potente. Además, la interpretación de José María Bañón como Allan Poe es sublime. El resto del reparto está conformado por Pedro Alejandro Villalba, Miguel Ángel Cárceles, Luis Martínez Arasa, David García Coll y Lara Guillén. Todos ellos son actores premiados en diferentes comunidades autónomas. Es un elenco magnífico. Yo, de verdad, animo a la gente de Getafe a que acuda, pues van a salir fascinados con la obra.
Somos una compañía de teatro nacional instaurada en Cartagena (Murcia), la más antigua de la región, llevamos alrededor de 40 años, con un centenar de producciones aproximadamente, y de todo tipo: desde teatro para niños hasta teatro para adultos, pasando por teatro de calle. Además dirigimos la Escuela Municipal de Teatro de Cartagena, en la cual tenemos alrededor de 400 alumnos de todo tipo: niños, jóvenes y adultos. Definitivamente, somos una compañía con una oferta muy variada y compleja. Por otra parte, también dirigimos la Escuela Internacional de Interpretación del Mediterráneo, a la cual vienen grandes maestros españoles y también de otras partes de Europa. Este último año por ejemplo han venido Andrés Lima y Norman Taylor. Lo que nosotros intentamos hacer en la escuela es levantar pasiones, pues el mundo del teatro es precioso, es una droga muy sana. Yo a mis alumnos les digo siempre lo mismo: sabéis cuando entráis, pero no cuando salís.
Pues como a todo el mundo, nos afectó muchísimo. De hecho, aún nos está afectando, pues aquí en Murcia estamos al 75% de aforo, y estuvimos al 50% hasta hace muy poco. Hay que tener en cuenta que tenemos muchos gastos, entre trabajadores, asesores, una nave de almacén que pagar… etc. Las producciones son muy costosas y todo el mundo del espectáculo estaba parado. Hemos ido cargando con una deuda considerable todos los meses, pero por suerte el chaparrón ya ha pasado. Hemos perdido un año y medio de vida y de espectáculos, y también económico por supuesto. Como reflexión personal, pienso que si los gestores (ya sean políticos o las instituciones) se alinearan con la gente de la cultura, podríamos vivir una época de gran explosión cultural. Si te paras a pensar, después de toda crisis, siempre ha habido un florecimiento cultural.
Bueno, la verdad es que me preocupan varios aspectos relativos a este tema. En primer lugar, la manera en que se considera al teatro. Al final, muchas veces se nos trata como empresa en vez de como una institución cultural. Además, se nos mira como si fuéramos una empresa de segunda, como si la cultura no fuese lo suficientemente importante. Para mí, la cultura debería estar protegida por el Estado. Tendría que ser declarada bien de interés público y social. La cultura hace libres a los pueblos, promueve que la gente piense por sí misma.
Se apoya muy poco la cultura. Por ello, a muchas compañías les cuesta llegar al público, y que la gente se entere de las actuaciones o eventos. Nosotros, por ejemplo, tenemos que hacer inmensos esfuerzos para promocionar nuestras obras. Hay que tener en cuenta también que, como he dicho antes, la producción es muy costosa, por lo que no queremos perder dinero. Y esto lo extrapolo a cualquier ámbito de la cultura. Tendría que regularse de alguna manera y que se dieran más ayudas y se promocionaran más los espectáculos. A lo mejor, si nos ayudaran un poco más, llenaríamos siempre los teatros.