GETAFE/La piedra de Sísifo (16/09/2021) – Hay quien piensa que el cambio de tiempo, una leve caída en las temperaturas y los cielos algo nublados, son el presagio del fin de las vacaciones (quien las haya tenido, claro) y no me parece mal pero, en el fondo, discrepo; para mí, los hechos que marcan el principio del fin, la inexorabilidad del paso del tiempo y la inmediatez del reencuentro con la vida laboral, son los anuncios de la Vuelta al cole y los coleccionables.
Lo de los coleccionables ya es psicopático, con tal de sacar algo al mercado, inventan lo que no está escrito y aparecen colecciones de lo más peregrino; aún recuerdo aquella de «Dedales del mundo” que, a mi juicio, adoleció del complemento ideal, «Orinales del mundo», aunque, entrando en el mundo escatológico, encontraríamos un sinfín de opciones que dejo a la imaginación de quien lo lea. Solo falta que alguna empresa en busca de originalidad abra ese melón infinito.
En cuanto a la vuelta al cole, qué quieres que te diga, los anuncios van dirigidos a nuestras tiernas criaturas, pero el individuo objeto es universal. A quién no le cruje algo por dentro, cuando ve en televisión el primer anuncio de esa infame campaña, quién no mira el calendario con recelo, confirmando que, efectivamente, nos dirigimos al fin del asueto y empezamos a intuir, casi escuchar, el inquietante tic-tac del reloj de fichar.
El anuncio de la Vuelta al Cole de Getafe es muy reconocible, aunque a causa de la ubicua pandemia y sus vaivenes, ha sufrido variaciones en su planteamiento teórico. Directa o indirectamente, voluntaria o involuntariamente, tenemos varios frentes abiertos y no sería descabellado afirmar que el curso político comenzará con la celebración de las NO fiestas de Getafe. Ya hemos tenido un primer acercamiento con la NO Bajada de la Virgen y los lógicos NO cortes de tráfico en el centro por la NO celebración de las tradicionales procesiones por las calles del centro. También ha creado ambientillo el II Urban Fest pero, claro, hemos echado de menos una edición convencional del Cultura Inquieta que esperamos poder disfrutar con normalidad ya el 2022 y sucesivos.
De otra parte, el formato de NO Fiestas de Getafe, reducido a un fin de semana largo, se ha ido ampliando a medida que las condiciones epidemiológicas han mejorado, y puede dar un resultado interesante; lástima que nos veamos abocados a otra epidemia más incomprensible, por el perjuicio gratuito: los botellones salvajes, incontrolados, fuera de toda lógica y con tendencia a hacer daño (propio y ajeno) que está asolando los cuatro puntos cardinales de España (y buena parte de Europa). Intentemos salir con bien de esa plaga y que nadie caiga en la tentación partidista de hacer uso de ellos en su beneficio, ahora que entraremos en la “eterna” precampaña de las Municipales y Autonómicas de 2023.
Seamos felices, es el mejor modo de sobrellevarlo…