GETAFE/Varios (27/09/2021) – Emprender un proceso de reforma siempre supone un reto. Para comenzar, porque son unos cambios importantes que van afectar a nuestra manera de vivir.
Si además se trata de una reforma integral, lo más probable es que tengamos que abandonar la vivienda durante una buena temporada. Pero evitar incomodidades es cuestión ya no solo de elegir bien, sino de tener muy claro qué es todo lo que no debes hacer a la hora de emprender una reforma.
Según Reiteman, uno de los errores más habituales antes de comenzar con las obras es no saber exactamente lo que se quiere. Hay personas que desean realizar cambios, pero sin saber exactamente el porqué, respondiendo esa cuestión a un capricho o a la necesidad de hacer algo, no existiendo una causa definida. Por eso, una reforma es fruto de una necesidad, ya sea funcional, estética o de otro ámbito, pero los cambios que se apliquen siempre han de ser a mejor.
Por otro lado, reformar una vivienda es un proceso en el cual intervienen diferentes profesionales, desde albañiles a fontaneros, pasando por electricistas al equipo de arquitectura o los decoradores… una buena comunicación entre ellos permitirá que la reforma se ejecute en el tiempo previsto, sin alargarla en exceso.
Por eso siempre es muy importante que tengas muy claro qué es lo que deseas hacer, para que así la empresa lo ejecute adecuadamente y consiga comunicar tu idea a todos los profesionales. Pero a veces ocurre lo inevitable, los plazos se alargan y la reforma no queda terminada justo en el momento que nosotros deseábamos.
Por eso, siempre es muy recomendable tener una mentalidad bastante abierta, máxime cuando se trata de una obra de envergadura. Lo que en un principio puede ser dos meses, quizás alargue a tres no precisamente por culpa de la empresa que está ejecutando la reforma, sino por otros factores externos.
Tener muy claro cuál es nuestro presupuesto también es un punto de partida necesario para que la reforma salga como nosotros queramos. Actualmente es posible acceder a materiales de muy buena calidad por un precio bastante asequible. Por ejemplo, muchas fábricas renuevan sus stocks y pone a disposición de los clientes unos productos que son atemporales y que pueden venirte como anillo al dedo. Si mientras estamos ejecutando la reforma nos dejamos llevar por caprichos de impulsos, la factura final se va a ir incrementando, y no hablamos de obras precisamente económica. Cualquiera de estos cambios o de esos caprichos de última hora pueden tener un resultado devastador para tu bolsillo.
Una mentalidad abierta también posibilita que te puedas beneficiar de una gran cantidad de ideas que probablemente no se te hayan pasado por la cabeza. La buena comunicación entre cliente y empresa de reformas permite que haya un feedback continuo y que puedes aprovecharte de estas ideas. Ten en cuenta que los profesionales de las reformas visitan muchísimas viviendas diferentes y van captando tendencias que pueden ir transmitiendo a sus futuros clientes. Por eso, tener esta mentalidad tan susceptible a nuevas incorporaciones puede hacer que la reforma tome un giro para bien.
Y para no sufrir durante el proceso de reforma, tomarlo todo con relativa calma te ayudará a que no sufras más de lo debido. Efectivamente, reformar supone un cambio muy importante, pero si esto lo tomas como una molestia no vas a disfrutar de ello. Pensar en el resultado final te ayudará a vivir mejor cada momento y ver cada avance como un logro. Implicarse durante el proceso de reforma, hablar con quién es esta trabajando y saber cómo se ejecuta te permitirá un grado de disfrute máximo.
Pero, sobre todo, piensa que todo lo que estás haciendo tiene como objetivo mejorar tu calidad de vida. Es inevitable que una reforma te quite el sueño durante muchas noches, pero cuando comienzas a disfrutarla verás como cada minuto invertido ha merecido la pena. Por eso, libérate de todo tipo de tensión y vive cada momento. A medida que vayas viendo el final, más ganas tendrás de comenzar a disfrutar de tu nuevo hogar. Puede que no haya inversión mejor hecha que una reforma que está ejecutada a nuestro gusto.
Hipólito Timoneda
27 septiembre, 2021 at 14:48
No solo la buena comunicación entre cliente y empresa de reformas debe de tener un feedback continuo. No olvidemos las molestias a los vecinos colindantes y el consiguiente deterioro o posibles daños a la comunidad de propietarios.
Una información con anterioridad a la ejecución de las reformas tanto a los vecinos afectados como al Presidente de la Comunidad sería lo adecuado.
Hay que recordar que sin respeto no se respetado