GETAFE/Varios (21/07/2021) – Entre la población general es común encontrar problemas respiratorios que dificultan el día a día y repercuten en nuestra calidad de vida.
Durante la inhalación, los seres humanos captamos el oxígeno del aire y lo llevamos a los pulmones. Es en estos órganos donde se da el intercambio de gases: se libera el oxígeno a la sangre y se capta el dióxido de carbono, el cual se expulsa en la fase de exhalación.
La respiración debe realizarse mediante la nariz, ya que así aseguramos que el aire se haya filtrado, humedecido y atemperado antes de llegar a los pulmones. Esto permite evitar infecciones del aparato respiratorio y facilita la oxigenación de la sangre. Si no respiramos correctamente pueden aparecer complicaciones como los ronquidos y la falta de oxígeno durante el sueño.
El término obstrucción nasal hace referencia al bloqueo de la respiración por la nariz. Este puede darse por distintos motivos, entre los cuales destacan:
Para poder diagnosticar el problema respiratorio, el otorrinolaringólogo evaluará los síntomas que padece el paciente. Los más comunes son la dificultad para respirar por la nariz, el taponamiento de orejas y nariz, la sequedad bucal, el sangrado nasal y el dolor de cabeza, entre otros. Además, analizará la historia clínica y el interior de las fosas nasales mediante un fibroscopio.
Una vez hallada la patología concreta, existen varios tratamientos. Desde los más sencillos que consisten en la toma de medicación y el cambio de hábitos hasta los más complejos como la cirugía o reeducación respiratoria.
Los problemas respiratorios son frecuentes entre la población. No obstante, estas afectaciones tan comunes pueden alterar nuestra vida diaria y la calidad del sueño. Mediante un rápido diagnóstico, el especialista puede evaluar qué tratamiento es el más adecuado para cada caso.