GETAFE/Varios (27/07/2021) – A Coruña con más de 150 participantes en su último concurso de saltos provincial es el claro ejemplo de que, poco a poco, el circuito hípico vuelve a coger ritmo.
Pero, como en otros casos, la noticia no solo está en la competición sino en las instalaciones, que se estrenan al haber trasladado a Figueroa para, probablemente, también, ser capaces de albergar una competición internacional el año que viene.
Pese a que la competición internacional prevista en la hípica de Amancio Ortega ha sido suspendida en Casas Novas hay un factor común en casi todos los recorridos: la inclusión de pistas Otto.
“Estas planchas se consideran unas de las más fiables para poner en marcha de nuevo las competiciones por su versatilidad y materiales, que protegen a los caballos y tienen una calidad que garantiza una superficie estable y uniforme bajo la capa superficial” explican desde Legalop, encargado de seleccionar el material para asegurar la alta calidad que necesitan actualmente las hípicas y más, después de que retomaran tras el parón por la pandemia su actividad en los paddock.
Aunque si hay algo por lo que están apostando en los clubs hípicos es por beneficiarse también de los adelantos en tecnología.
La que se empieza a llamar equitación inteligente está adoptando todos los avances para optimizar no solo las cuadras sino los entrenamientos e incluso a los caballos.
La cantidad de datos (big data), aplicados a las nuevas tecnologías y al Internet of Thing (IoT) está revolucionando la forma de entenderlo todo.
Bastan solo unos ejemplos para comprender hacia dónde va la equitación y hacia dónde deberían ir los clubs hípicos para estar a la vanguardia.
El monitoreo de temperatura en las cuadras permite garantizar el bienestar de los animales, pero también es clave el pastoreo eléctrico basado en estaciones de alimentación capaces de adaptar al milímetro la dieta de los equinos a las necesidades reales de cada momento.
Con sensores y aplicaciones, hoy en día ya es posible relacionar la temperatura, descanso, dieta y el mantenimiento veterinario del propio caballo para dar respuesta a las cifras que se consiguen de ritmo cardiaco, cadencia y trancos por minuto, simetría de trote o incluso elevación con las necesidades de entrenamiento.
De hecho, ya es viable disponer de entrenadores en remoto gracias a todos estos datos, que pueden ser monitorizados en tiempo real y que sirve para luego desarrollar también otro tipo de entrenamientos para jinetes aprovechando las posibilidades de la realidad virtual, aumentada y el 3D.