GETAFE/Tribuna con acento (18/06/2021) – El Sahara Español fue una provincia española en África entre 1958 y 1976. Desde entonces existe un conflicto entre el frente Polisario y las fuerzas de ocupación marroquíes.
El conflicto del Sahara Occidental no es un conflicto olvidado, es un conflicto que parece que no existe. Del que poco o nada se ha informado, ni siquiera ahora, que diferentes columnas recorren nuestra geografía en la denominada Marcha por la Libertad, para dar visibilidad y concienciar a la ciudadanía de la situación de emergencia que vive el pueblo saharaui y, a la vez, denunciar la violación de derechos humanos que sufren en los territorios ocupados.
No ocurre con el Sahara Occidental como con otros conflictos, por ejemplo, el de Palestina e Israel. Sabemos que, al acabar la segunda guerra mundial, y como consecuencia del Holocausto, se aprobó la partición de Palestina en dos estados. El estado judío con un 55% y el estado Palestino con un 45% del territorio. Cualquiera con un poco de edad, y memoria, recordará la guerra de los seis días, los levantamientos de palestinos contra la ocupación, cada día mayor, de su territorio, conocida como Intifada, o la anexión a Israel de los altos del Golán y la franja de Gaza y Jerusalén este…..
En televisión hemos podido ver los últimos ataques aéreos sobre población civil o el asesinato cobarde de cuatro niños en las playas de Gaza con un dron armado con misiles. También sabemos del muro de 800km que rodea Jerusalén haciendo imposible la vida a los ciudadanos palestinos. Conocemos sobradamente la represión y vulneración de los Derechos Humanos Fundamentales de Israel sobre la población palestina.
Quizás lo poco que sepamos y recordemos, sobre todo, los que ya tenemos una edad, sea la mili en el Sahara y la vergonzosa retirada de las tropas españolas tras la famosa Marcha Verde, organizada por Marruecos para anexionarse el territorio del Sahara Occidental.
Poco o nada sabemos del Acuerdo tripartito de Madrid por el que España cede la administración del territorio a Marruecos y Mauritania, dando comienzo al conflicto entre el Frete Polisario y los ejercito de los países ocupantes.
En 1976, con la entrada de las tropas marroquíes, comienza una campaña de bombardeos sobre ciudades y población civil, pillaje, detenciones y desapariciones forzosas que obligan a la población saharaui a escapar y buscar refugio en el desierto.
En esas fechas se producen ataques sobre las ciudades de Guelta, Amgala, Tifariti y sobre el campamento de Um Draiga, también sobre las haimas de población nómada. Los grupos de población que no logran huir se fueron confinando en las ciudades del sur donde sufren violaciones masivas de derechos humanos, detenciones y desapariciones por periodos de entre 4 y 16 años en algunos casos.
En 1980 se comienza a construir un muro que divide, de norte a sur, el Sahara Occidental. El muro, con 2.700Km es la construcción militar más grande el mundo. Está hecho con terraplenes de arena y piedra, vigilado con radares y apoyado con carros blindados y artillería pesada y reforzado con una extensa zona de minas antipersonas.
Tampoco se ha hablado de Gdeim Izik, campamento de protesta pacífica que se instaló en los territorios ocupados, ni de cómo el 8 de noviembre de 2010 fue brutalmente desmantelado por el ejército y la policía. El ataque indiscriminado y al amanecer tuvo dos víctimas mortales y centenares de detenidos que fueron llevados a la cárcel Negra de El Aaiún. Veinticuatro de ellos fueron sometidos a juicios militares.
A la primera pregunta se responde fácilmente. El territorio del Sahara Occidental es muy rico en recursos naturales, con grandes yacimientos en fosfatos, petróleo, gas, pesca y circonita, a lo que habría que sumar la arena que llega por miles de toneladas a Canarias.
Curiosamente, la arena es uno delos materiales más importantes para la construcción y producción de cemento y en el Aaiún ocupado hay plantas cementeras. Además, en el Sahara ocupado se encuentra uno de los yacimientos, a cielo abierto, de fosfatos con una producción estimada de 2,4 millones de toneladas al año. También se encuentra en el Sahara ocupado uno de los mejores caladeros pesqueros del Atlántico.
En cuanto al silencio informativo, se trata de que España sigue siendo, según las múltiples resoluciones de Naciones Unidas, la potencia administradora y responsable de que se complete el proceso de descolonización parado desde 1975.
Quizás también, según informes secretos de la CIA, recientemente desclasificados, por el pacto secreto por el que Juan Carlos I, el emérito, el campechano, se compromete a entregar el Sahara Español a Marruecos a cambio del total apoyo político americano a su próximo nombramiento como Rey de España.
De estas vergüenzas, estos silencios.