GETAFE/Tribuna con acento (14/06/2021) – A pesar del título no encontraréis en este artículo una crítica a Alberto Garzón el líder de Izquierda Unida, miembro de Unidas Podemos y ministro de consumo en el actual gobierno de coalición. Sería necesario que Garzón explicara los motivos por los cuales su ministerio no ha conseguido todavía eliminar la publicidad de las apuestas en las cadenas de televisión. Alberto también tendría que explicar cómo es posible que desde su Ministerio no se pueda defender a los consumidores de banca que son tratados de manera despectiva por las corporaciones bancarias.
Cuando por motivo de la pandemia los bancos deberían ampliar sus instalaciones para atender a “sus clientes” y que no se produzca el reticente espectáculo de las personas apiñadas en las puertas de las oficinas, su respuesta es: el cierre de oficinas y los despidos masivos de trabajadores, por no hablar de las subidas generalizadas de comisiones. En estos tiempos donde tener una cuenta corriente es imprescindible para cobrar una nómina, pagar impuestos o la electricidad. ¿Es imposible que el Ministerio de Consumo pueda tomar alguna iniciativa?
Las eléctricas están subiendo los precios de la energía de manera desmesurada. La alternativa no puede ser que se consuma de madrugada y si usted paga el doble es por su culpa. Hay que intentar consumir menos, pero se consume cuando es necesario. Ahora ya estamos en verano, un verano cada vez más caluroso como consecuencia del cambio climático. ¿Ponemos los ventiladores o el aire acondicionado de madrugada?
Estoy seguro de que Alberto Garzón es consciente de estas cosas solo por mencionar dos de los cientos de “atracos” que sufren los consumidores de este país. Yo confío plenamente en la honestidad y la preparación técnica de Alberto Garzón por eso creo importante que explique que le impide actuar a él o a las personas competentes en cada caso. Si son la leyes, cámbiense que para eso está el parlamento, si es una judicatura reaccionaria, explíquese, y búsquense los mecanismos para conseguir jueces democráticos. Si se teme a que los grandes medios respondan la defensa de los ciudadanos con mentiras, manipulaciones o ataques despiadados (como lo realizado con Pablo Iglesias) pues habrá que montar medios de comunicación objetivos y libres de las mafias oligárquicas. Si participar en el gobierno no sirve ni para hacer una RTVE objetiva y libre de la influencia fascistoide como muestra la eliminación del programa Las cosas claras, ¿Para qué sirve estar en el Gobierno?
Y si no sirve para mucho, hay que decirlo (aunque sea políticamente incorrecto). Porque si no, no saldremos de circulo vicioso de una izquierda que llega al poder llena de promesas y buenas intenciones y tiene que salir sin haber cumplido la mitad de las cosas que había dicho y sin explicar las razones reales de sus incumplimientos. No es de recibo el silencio “cortés” pero cómplice con esos poderes fácticos y antidemocráticos.
No es de recibo la dimisión de Isa Serra o Alberto Rodriguez por la posible condena de atentado contra la autoridad. Mientras ladrones, corruptos o periodistas que tienen la mentira por enseña, siguen en los platós de TV o en sus despachos, dos personas dimiten por dos actos que los honra: La defensa del derecho a la vivienda y de los derechos de los trabajadores. ¿Dónde está el relato de la solidaridad, de la honestidad, de la abnegación, del riesgo personal asumido por defender a los humildes? Tenemos ejemplos de éxito como los 8 de Airbus aunque hubiesen sido condenados, sus compañeros de trabajo, la ciudadanía de Getafe, la clase trabajadora en general tenía conciencia de que los 8 de Airbus habían actuado en defensa de los derechos laborales de los trabajadores. Las movilizaciones dieron su fruto, su actitud personal también. Al final de un largo proceso, hasta se ha conseguido derogar el artículo 315.3 del código penal que se les quiso aplicar para llevarlos a prisión.
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