Evaluación del Pacto de los Alcaldes y la nueva Ley del Cambio Climático

GETAFE/Tribuna con acento (14/06/2021) – Los reiterados informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), vienen a señalar que la actividad humana es la causa dominante del calentamiento global de la Tierra, atribuido principalmente a las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEIs), cuyo impacto se deja sentir en el aumento de frecuencia de las olas de calor, los episodios de precipitaciones extremas más intensos y frecuentes, el aumento del nivel del mar, la reducción de los recursos de aguas superficiales y aguas subterráneas renovables, así como la desestabilización de los ecosistemas y su impacto en la disminución de la seguridad alimentaria.

El Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía es una iniciativa de la Comisión Europea cuya adhesión de las ciudades firmantes se comprometen a trabajar en la implantación del objetivo de reducción de los GEIs en un 40 % para 2030 y acuerdan ejecutar medidas de acción para la mitigación del Cambio Climático, así como garantizar el acceso a una energía segura, sostenible y asequible.

La ciudad de Getafe se adhirió al pacto el 10 de octubre de 2014, asumiendo un compromiso voluntario del municipio para reducir un 20% de GEIs para el año 2020, mediante una mayor eficiencia energética y la producción y diversificación de energía más limpia, para ello, el gobierno municipal elaboró un documento denominado Plan de Acción para la Energía Sostenible (PAES), diseñado por la Consultora Energética SinCeO2, al objeto de evaluar el contexto local realizando un Inventario de Emisiones de Referencia (IER) y una Evaluación de los Riesgos y Vulnerabilidades (ERV), así como un plan de acción a partir de los resultados obtenidos en ambos documentos, en el que se identifican acciones de mitigación y adaptación congruentes.

El mencionado inventario se divide en dos grandes apartados: los consumos a escala residencial (privados), y municipales (públicos). Las cifras referenciadas en 2013 de GEIs en el sector privado representan un total de 502.826,55 toneladas de CO2, de las que 159.787t corresponden a edificios residenciales, 153.190t al sector servicios, 84.848t al sector industrial y 104.999t al transporte privado. En el sector público, el total de emisiones reflejado es de 28.136 toneladas de las que 15.427t corresponden al transporte público, 6.376t a edificios e instalaciones municipales, 4.661t al alumbrado público y 1.670t a la flota municipal de vehículos. Todos estos datos son claramente indicadores que orientan sobre cuáles son los sectores más problemáticos respecto al cómputo de emisiones, y suponen una guía eficaz para orientar las intervenciones del ayuntamiento de Getafe de cara a conseguir el objetivo de reducción comprometido a través del Pacto de los Alcaldes, sin embargo, a tenor de los datos disponibles en el momento actual, el porcentaje de reducción de emisiones obtenidas es drásticamente más bajo de lo esperado. De las 117.500 toneladas de CO2 estimadas, apenas se han reducido 24.931 toneladas que equivalen a un 4,7% y los datos provisionales del segundo informe apuntan una reducción del 7,5%, muy lejos del 20% estimado.

Cabe señalar que la estimación respecto al crecimiento de la población de Getafe realizada por la consultora SinCeO2 en el periodo 2015-2020 ha resultado fallido, siendo unas 20.000 personas más de las previstas inicialmente, las que han incrementado dicha población y, en consecuencia, los consumos y el consiguiente aumento de emisiones que quedan fuera de los cálculos y previsiones, contribuyendo a desvirtuar los resultados recogidos en los informes.

El Pacto de los Alcaldes finalizó en diciembre del pasado año 2020, por tanto, en función de los acuerdos establecidos se hace necesario conocer, en primer lugar, el grado de cumplimiento de las medidas adoptadas y evaluar lo ya realizado para poder acometer lo que, sin duda, falta para continuar en la senda de su consecución.

Teniendo en cuenta los resultados parciales que arroja el informe, parece clara la falta de ambición mostrada por el Ayuntamiento de Getafe en la implementación de medidas respecto al sector privado, pese a ser éste precisamente el que aporta un mayor porcentaje de emisiones. Igualmente se echan en falta, tanto en la fase de estudio, como en las propuestas, medidas destinadas al control de emisiones industriales, a pesar de que la actividad económica de los polígonos del municipio se basa en la logística, con gran tránsito de vehículos que se mueven con combustibles fósiles, o pese a contar con la tercera industria más contaminante de la Comunidad de Madrid como es la fundición “Corrugados, S.L.”, sin olvidar la gestión de residuos, basada prácticamente en el depósito en vertedero, todas ellas actividades que contribuyen de manera determinante en la emisión de GEIs y sobre las que, al amparo del conflicto de competencias, poco o nada se está haciendo. Por este camino no se llega a los objetivos diseñados y habrá que explicitar las resistencias.

El Ayuntamiento de Getafe debe ejercer un papel de vigilancia y control, así como de promoción del compromiso ambiental de las empresas con la calidad del aire y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

TENEMOS SOL Y VIENTO PARA PRODUCIR ENERGÍA, PERO FALTA DECISIÓN POLÍTICA PARA IMPULSARLA

Respecto a otro de los grandes objetivos declarados: garantizar el acceso a una energía segura, sostenible y asequible para la ciudadanía, cabe señalar que la Comunidad de Madrid en 2017 y por extensión Getafe, ha producido 183,2 ktep, aproximadamente el 1,8% de lo consumido, porcentaje muy pequeño que indica nuestra gran dependencia de energía proveniente de otras zonas geográficas de España.

La promoción de la producción de energía fotovoltaica, tanto en el ámbito doméstico como público, debería ser una de las grandes apuestas de la política municipal. Actualmente ni siquiera existe alguna instalación pública Municipal cuya energía provenga de una fuente renovable, y desde luego no se ha promovido iniciativa alguna que promocione la instalación de renovables en el ámbito doméstico.

Este impulso debe ir acompañado de medidas de eficiencia energética y de campañas de concienciación sobre hábitos de consumo, encaminadas a conseguir una ciudadanía responsable y consciente de la finitud de los recursos, algo que se echa en falta en los documentos analizados como objetivo fundamental para conseguir la necesaria colaboración de la sociedad para la consecución de los objetivos.

Otro aspecto que debemos tomar en consideración son los llamados sumideros de CO2 que amortiguan de manera fundamental las emisiones, es decir, los árboles y zonas verdes de nuestro municipio. La reciente aprobación de la Ley del Cambio Climático señala que para 2023 los consistorios deberán haber diseñado planes para el desarrollo de infraestructuras verdes y corredores ecológicos que hagan de los entornos urbanos lugares más saludables y adaptados a la nueva coyuntura climática, avanzando de forma efectiva en la descarbonización y la mitigación del cambio climático. Pues bien, Getafe no cuenta con ninguna estrategia para la ampliación y mejora de sus zonas verdes y el arbolado de sus calles. Hemos visto, con gran preocupación, como tras el paso de la borrasca Filomena cientos de árboles han sido talados y no se conoce previsión alguna sobre su reposición en el medio plazo.

El Ayuntamiento de Getafe ha manifestado su compromiso de prorrogar su adhesión al Pacto de los Alcaldes, comprometiéndose a conseguir reducir en un 40 por ciento las emisiones de GEIs para 2030, a la vez que no ha justificado la reducción del 20 por ciento comprometida para 2020. Ecologistas en Acción de Getafe considera poco rigurosa esta metodología según la cual se inicia un nuevo proyecto sin analizar las fortalezas y debilidades encontradas en el anterior. Entendemos que un trabajo con rigor debe contar con un análisis crítico de las actuaciones llevadas a cabo para mejorar y avanzar en la consecución de objetivos, algo que no se ha hecho y que dificulta la necesaria rendición de cuentas a la ciudadanía en relación a este importante asunto.

Getafe necesita de una apuesta clara y efectiva, para afrontar los retos del cambio climático que no deben quedarse en la mera declaración de intenciones, sino en la aplicación de políticas valientes y efectivas que cuenten con la participación e implicación de su ciudadanía para afrontar un reto en el que nos jugamos el futuro.

Redacción Getafe Capital