GETAFE/Varios (21/06/2021) – Parece sencillo pero lo cierto es que dejar a un lado la vida sedentaria no es tan sencillo como decirlo, especialmente durante este último año en el que el coronavirus ha mantenido a buena parte de la población más en casas que nunca.
No obstante, muchos han aprovechado la situación para montarse el gimnasio en casa, mientras que tantos otros, directamente, se han abandonado a uno de esos grandes placeres de la vida, la gastronomía, que, como se sabe, influye notablemente en la salud de las personas.
El caso es que este verano las playas y piscinas, una vez más, se volverán a llenar de personas que encuentran en el agua a la aliada perfecta para sofocar unas altas temperaturas que año tras año se superan; eso sí, este año si cabe todas las personas disfrutarán más si cabe de esas pequeñas rutinas que el virus ha transformado en auténticos lujos.
Y es que, la vida es corta por lo que conviene disfrutar al máximo cuando se pueda, pues qué sentido tendría pasarse la vida a dieta y en el gimnasio si uno no pudiera saltarse la rutina de vez en cuando, abandonarse por un instante y degustar eso con lo que se ha estado soñando tantas semanas.
Cualquiera que haya intentado perder peso alguna vez sabe cuan complicado resulta pasar todos los días por delante del escaparate de una pastelería como Glassé Madrid y no caer en la tentación de cruzar el umbral de su puerta.
No obstante, no todas las pastelerías son iguales y esta en concreto tiene algo de lo que pocas pueden presumir, un gran elenco de productos típicos de la gastronomía chilena, además, por supuesto, de los dulces más apetitosos que a uno se le puedan venir a la mente y ante los que resulta imposible que a uno no se le haga la boca agua.
Pero, ¿cuáles son las verdaderas especialidades chilenas que uno no debería dejar de probar?
“El arrollao de huaso, el pastel de choclo o la empanada chilena acompañados de pebre, las empanadillas fritas o las sopaipillas son solo algunas de las especialidades saladas de la cocina chilena”.
“En cuanto a los dulces chilenos no se debe dejar de probar los chilenitos, los cachitos y los alfajores, pero tampoco los empolvados y los berlines”.
En cualquier caso, si algo está claro es que la gastronomía chilena ha ido ganando terreno más allá de sus fronteras, poniendo al alcance de la mano de cualquiera que desee probarlos sus tan exquisitos manjares.