GETAFE/La piedra de Sísifo (02/06/2021) – Que no cunda el pánico, Ayuso cerrará 41 centros de salud, pero todos los bares permanecerán abiertos. Comprendemos la lógica alarma social suscitada tras el anuncio, sin embargo, la sangre no llegará al río y, en el caso de hacerlo, siempre habrá alguna clínica privada dispuesta a parar la hemorragia, con el consiguiente paso por caja, que los yates no se pagan solos.
O sí; pagando el litro de gel hidroalcohólico a 40 € (sí, has leído bien 40 €), que hay vinos Vega Sicilia más baratos, cuando las demás comunidades autónomas lo pagan a 1,4 €, no me extraña que Ayuso tenga tantos amigos en el gremio. Entre los que lo venden y los que lo compran, hay toneladas de billetes que han volado de las arcas públicas con la generosidad de quien dispara con pólvora ajena.
También, en el publirreportaje, a mayor gloria de la Divina Presidenta; que nos ofreció La Sexta en prime time, oficiado por el otrora ácido periodista Gonzo, devenido en Gozo; pareció que Ayuso mostraba una factura que justificaba el pago del hotel donde estuvo alojada durante el supuesto padecimiento de su Covid particular, y donde, curiosamente, descubrió en ese mismo momento que había pagado de más. A ver si lo he entendido bien: ¿Te pasan una factura de cinco mil y pico euros y tú pagas una cantidad a boleo con un exceso de más de cien y no te das cuenta? Es complicado pero, si metemos en la ecuación un cierto atolondramiento, podría darse; ahora bien ¿quién lleva la contabilidad en esa empresa hotelera que no se da cuenta que le han pagado de más? Hay un perfume francés llamado Paripé, cuyo intenso aroma inunda todo este asunto.
Pero, volviendo a la hostelería, resulta que todo el monte no es orégano (o terrazas), y hay ciudadanos irresponsables que tienen la absurda pretensión de circular LIBREMENTE por las aceras, o aparcar sus vehículos en las escasas plazas de aparcamiento que quedan; esta gentuza está presionando para que se reduzcan las terrazas de los bares a sus dimensiones originales, que ya ha pasado lo gordo de la pandemia y hay que volver a la normalidad. ¡Valientes egoístas! Como es lógico, los dueños de esas terrazas que han crecido hasta el infinito y más allá, han invocado el “carta en la mesa, está presa” y le están diciendo a Ayuso que qué está pasando, que si sus votos no han servido para nada y que, si sus gónadas lo saben, hubieran votado a cualquier otro que no jugara con sus sentimientos (y su caja registradora).
Conociendo el paño, no sería de extrañar que, los ayuntamientos afectados por esta invasión de mesas y veladores, terminen levantando pasarelas en las aceras para facilitar el tránsito de peatones, mientras los okupas de aceras y espacios públicos campan a sus anchas sin nadie que ose toserles.
Mientras unos y otros dirimen semejante batalla desigual, con acera o sin ella, tanto si la votaste como si no, sé feliz.
Hipólito Timoneda
2 junio, 2021 at 14:46
Quejas y mas quejas. Lamentos y más lamentos. Ya no es tiempo de críticas y otras memeces. Es lo que habéis votado. Y si no……ajo y agua.
A LA MIERDA¡¡¡¡¡¡