GETAFE/Varios (17/05/2021) – Aparecieron hace décadas y poco a poco han ido ganando terreno en distintos sectores laborales y sociales, posicionándose como la mejor alternativa para evitar confusiones, ponérselo más fácil a los usuarios y clientes, y también para evitar posibles desigualdades.
Guste o no, pues como en todo existen grandes detractores y defensores, los uniformes forman parte de la vida de todas las personas. De hecho, si uno se para a pensar un poco, prácticamente todos los trabajadores esenciales que se vieron obligados a desempeñar sus funciones durante el duro confinamiento en el que se vio sumido el país durante la primera ola esta pandemia que parece no tener fin, llevaban uniforme. Personal sanitario, farmacéuticos, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, personal de supermercados y de limpieza, todos y cada uno de ellos poseen indumentaria especial para desempeñar sus funciones.
Pero no solo eso, sino que los uniformes son especialmente útiles en el ámbito escolar, pues, además de evitar que los progenitores se tengan que devanar los sesos cada mañana eligiendo un atuendo adecuado para cada uno de sus pequeños, eliminan las desigualdades que a priori puedan ocasionar el hecho de que cada uno de ellos vaya vestido según su propio estilo y recursos económicos.
En cualquier caso, y volviendo al ámbito laboral, lo cierto es que ”los uniformes desempeñan no una, sino varias importantes funciones, entre las que destacan la identificación del personal, especialmente en establecimientos de cara al público, y contribuir a la imagen corporativa de la empresa” comentan desde MABOSAN Uniformes y Protección.
Por supuesto, y especialmente en el caso del personal de limpieza y sanitario, juegan un importante papel de protección, pues empleando un uniforme los posibles virus y bacterias con los que cualquiera pueda estar en contacto, así como cualquier otro tipo de suciedad, se quedará en el uniforme, evitando de esta forma que llegue a los hogares y, por ende, evitando posibles contagios en el ámbito familiar, algo que, si bien ya era importante antes de la pandemia del coronavirus, ahora parece haber cobrado una importancia superlativa.
El uso de uniformes laborales evita además las desigualdades en el ámbito laboral, unas desigualdades, que en la actualidad se han vuelto si cabe más acusadas.