El Getafe continuará un año más en la élite del fútbol español gracias a su victoria (2-1) frente al Levante
GETAFE/Grada azulona (18/05/2021) – “¡Por fin!”; “¡Qué sufrimiento!”; ¡Nos vemos en segunda!”. Eran los comentarios más repetidos en la parroquia azulona tras un muy difícil final de temporada. La salvación, después de tantos temores, ya está aquí: merecida y sufrida permanencia en una temporada tan extraña como complicada para la familia getafense, un curso diferente que quedará marcado para siempre como el que que se disputó en época de pandemia. Y es que los 13.000 azulones que visitan el Coliseum cada 15 días no han podido apoyar y animar a los suyos en sus estadios -al igual que el resto aficiones- debido a la crisis sanitaria.
La temporada que ha firmado el equipo de Bordalás se ha caracterizado por la irregularidad. Los azulones afrontarán su último partido el próximo fin de semana en Granada con los deberes cumplidos. Ese encuentro probablemente suponga el último choque del técnico alicantino al frente del banquillo del equipo del sur de Madrid.
El curso empezó de manera muy esperanzadora, incluso con victorias importantes como la cosechada frente al FC Barcelona en el Coliseum -un triunfo desconocido con Bordalás en el banquillo. Los buenos augurios hacían presagiar otra temporada de ensueño, pero, poco a poco, el equipo presidido por Ángel Torres empezó a despertar del sueño de cotas mayores con derrotas y malas sensaciones. La hinchada temía seguir la dinámica vivida en los primeros partidos posteriores al confinamiento, los últimos del pasado campeonato.
La bofetada de realidad que sufrió el Getafe se vio incrementada en una segunda vuelta que generó dudas sobre los jugadores y alcanzó a la figura hasta entonces intocable e incuestionable de Bordalás.
A los malos resultados se añadía la apatía en el juego y la sensación de ver cómo los equipo de atrás apretaban (y de qué manera lo hacían). En muchos partidos el Geta perdió su esencia, ese ADN que le había llevado a competir de tú a tú con los grandes de Europa e incluso doblegarlos.
Algunos otros partidos, como fueron las victorias ante Valencia y Huesca y los empates en los derbis ante Madrid y Atleti, supusieron un hilo de esperanza al que agarrarse y creer en una permanencia que finalmente se ha producido en la jornada 37, a falta tan solo de un partido para acabar esta dura temporada. Y no fue fácil certificarla: hasta el gol de Kubo en el minuto 84, miles de azulones veían que la visita a Granada podía tener como desenlace el mismo que vivimos en Sevilla hace cuatro años. El gol del japonés ya forma parte de la memoria azulona y añade un nuevo capítulo a la mitología del matagigantes, de quien disputó dos finales de Copa consecutivas y cuyos viajes por Europa lo encumbraron frente a los más grandes del continente.
A la historia de éxito del Getafe no se le adivina fin: los azulones han vuelto a dejar su rúbrica en el libro de la mejor liga del mundo. ¡Getafenses, seguimos siendo de Primera!