GETAFE/Varios (23/05/2021) – Todos somos conscientes de que sectores como la hostelería y el turismo se han visto gravemente afectados por la pandemia de COVID. El confinamiento y las restricciones han golpeado a multitud de negocios de estos sectores, pero no han sido los únicos afectados desde que se iniciara la pandemia.
En concreto, el mundo del masaje y específicamente el del masaje erótico, ha sido un sector muy afectado por esta situación. Todo ello a pesar de que han realizado grandes esfuerzos por intentar adaptarse a la nueva realidad incorporando todo tipo de medidas de seguridad para evitar la proliferación de contagios, como es el caso de Masajes Majestic.
¿Qué medidas sanitarias han adaptado?
El mundo del masaje y del masaje erótico ha incorporado numerosas medidas sanitarias en sus establecimientos para adaptarse al nuevo protocolo de seguridad frente al COVID-19. Entre las medidas destacan:
La pandemia ha afectado a los centros de masajes y masajes eróticos, ya que muchos clientes habituales han dejado de ir por miedo a la pandemia. Es un masaje con mucho contacto y prefieren esperar a que la situación se normalice para volver a visitar este tipo de establecimientos.
Además, la mayoría de clientes de este tipo de servicios, por ejemplo en Madrid, eran trabajadores que viajaban a la capital por motivos de negocio y que se alojaban en hoteles céntricos de la ciudad. Con la irrupción a gran escala del teletrabajo, las videollamadas, las teleconferencias y los eventos online, se ha notado una drástica reducción en el número de clientes. Tampoco llegan otro tipo de turistas nacionales e internacionales por las restricciones a los viajes.
Tan solo están percibiendo un incremento de clientes que, ante la soledad de la pandemia, están necesitados de contacto físico sin que nunca antes hayan utilizado este tipo de servicios. Estos nuevos clientes acuden semanal o mensualmente para disfrutar de una experiencia única e indescriptible y depositan su confianza en las profesionales de los masajes eróticos por las estrictas medidas de seguridad e higiene que han tomado.
Con la calidad en el servicio y el trato cercano con el paciente han logrado fidelizar a esos nuevos clientes, aunque todavía no tienen niveles de demanda similares a los de antes de la pandemia. En cualquier caso, los centros de masajes intentan sobrevivir trasladando a la opinión pública que se trata de espacio seguro para todos, trabajadoras y clientes.