GETAFE/A fin de cuentas (30/04/2021) – En un sobre caben cuatro balas con las que sembrar el terror; pero en ese mismo sobre cabe también un voto que puede estar lleno de esperanza en el futuro. Los programas han sido secundarios en esta campaña electoral que se convirtió en un plebiscito sobre la gestión de Ayuso al frente de la Comunidad de Madrid, con un lema utilizado de forma maniquea: ‘Libertad’. Pero cuando la violencia entra en campaña algo más primitivo encoge los corazones: estamos luchando por la Democracia.
En Getafe, tras los incidentes de Vallecas, Vox señaló al ministro del Interior: “¿Dónde está el cobarde ministro Marlaska? Es una vergüenza para toda España”. Y también a Pablo Iglesias e Irene Montero: “Desde Galapagar dirigen a los criminales que ayer nos lapidaron”, gritaron a pulmón. Una semana más tarde recibieron unas cartas amenazándoles de muerte. Con balas. Vox apunta. Y las balas llegan a su destino. Vi fanatismo en las caras de los allí presentes. Me dio escalofríos. Me fui con miedo.
Ideológicamente Vox no puede competir con el PP de Ayuso, que ocupa todo el espacio a su derecha. Ni siquiera en titulares bárbaros pueden lidiar con la candidata popular. Solo la violencia les ha dado portadas: Vallecas, el cartel señalando a los inmigrantes (les llaman menas, pero para Vox cualquiera que no tenga el color adecuado está incluido en ese señalamiento) o la negativa a condenar una amenaza con balas. Si no es suficiente para acaparar titulares seguirán subiendo el nivel. ¿Qué es lo siguiente? ¿Un muerto?
Hitler llegó al poder tras unas elecciones y un pacto ‘democrático’ entre partidos que pensaron que podían controlar a la bestia. ¿Os suena? ¿De verdad no hemos aprendido nada en este último siglo? Con la intolerancia no se puede jugar, no se puede ser condescendiente.
Ya no hay tiempo para la equidistancia.
El 4 de mayo será un plebiscito por la democracia. Es nuestro futuro. Responde a las balas con votos.
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