GETAFE/La piedra de Sísifo (20/04/2021) – No te lo vas a creer, pero el pasado domingo, día 18, a las 00,00 h., comenzó la campaña electoral. ¿Cómo te quedas? Resulta que los dos años de farfolla mediática sufridos, eran solo esa precampaña permanente en la que nos tiene sumidos el PP, a ver si nos agota y no vamos a votar. Pues si piensan que nos vamos a quedar en casa, a esperar nuestro turno mirando al infinito, como las ovejas en la fila del matadero, mientras nuestra amadísssima IDA, hace y deshace con nuestros dineros lo que le dé la gana, con una gestión tan irreal como sus carreritas por Madrid de ese vídeo más falso que las creencias de Miguel Bosé; van de culo, cuesta abajo y sin frenos.
Lo que me asombra y aterra a la vez, es que, si hasta ahora nos han estado zarandeando desde la Puerta del Sol, agarrados por las solapas, y echándonos su alcohólico aliento en plena cara (gracias, mascarillas, por hacerlo más llevadero), a partir de ahora nos van a dar rock and roll del duro, para dejarnos la moral como el tango de Gardel; sola, fané y descangayada… Parten de la base, equivocada, de haber aprovechado un momento muy favorable en sus encuestas, para convocar unas elecciones innecesarias, con el objetivo de quitarse de enmedio el estorbo de Ciudadanos que, además de Pagafantas, ocupaba unas consejerías muy apetecidas por personajillos de diferente pelaje, a los que nuestra amadíssima IDA debe favores. Ha llamado a las urnas (a los suyos, que nosotros no somos deseados en ese trance) convencida de una victoria contundente, cercana a la humillación, que va a dejar las tropelías de Esperanza Aguirre y su troupe convertidas en una inocente partida de parchís.
Si por nuestra amadísssima IDA fuese, entraríamos al colegio electoral bajo una pancarta que rece “Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate» («Abandonad toda esperanza, quienes aquí entráis”), como en las puertas del Infierno de Dante, e introdujéramos la papeleta en el sobre ya derrotados, arrastráramos los pies hasta la urna, y volviéramos sobre nuestros pasos, cabeza gacha, sin haber procedido siquiera a depositar el voto, presos del abatimiento propio del vencido.
No descartemos que le salga el tiro por la culata y cambiemos la pancarta literaria por otra con el proverbio sueco que dice “Aquellos que quieren cantar, siempre encuentran una canción”, entremos en tropel al colegio electoral, tarareando una alegre melodía, que se convierta en himno desenfadado y dicharachero cuando termine el recuento y descubramos con alborozo la victoria del bloque de la izquierda y todas las cámaras apunten a nuestra amadísssima IDA mientras se anuda torpemente los cordones de las zapatillas, antes de salir a la trastabillada carrera de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno Regional, para no volver nunca más.
Mientras vamos ensayando el ágil movimiento de introducir el voto en la urna, no olvidemos ser felices, aunque solo sea por lo que les jode.
Hipólito Timoneda
20 abril, 2021 at 15:28
QUE TONTERÍA¡¡¡¡¡¡
Pero si estamos en precampaña permanente en la que nos tiene sumidos todos los partidos políticos.
a la mierda¡¡¡¡¡