GETAFE/Varios (15/03/2021) – Hace siglos que la sociedad viene marcando el ritmo de desarrollo del mundo industrial. Un ritmo que, no en pocos casos, ha tenido que ser forzado, pues, en ocasiones, la sociedad requiere de un desarrollo más rápido y eficiente que el demandado hasta ese instante.
“La sociedad consumista de hoy en día tiene mucho que ver en este desarrollo, pues es precisamente la demanda la que impone el ritmo de los distintos sectores industriales. Algo que influye directamente en nuestra actividad, obligándonos a emplear las técnicas más avanzadas de fabricación para satisfacer la demanda de las distintas industrias” comentan desde Juntas Sadolu, especialistas en la fabricación de juntas para uso industrial.
Sin embargo, situaciones difícilmente predecibles como la vivida actualmente, es decir, la propagación de una pandemia, no hacen sino modificar los ritmos previamente establecidos. Así, mientras determinados sectores permanecen prácticamente paralizados a la espera de que se incremente la demanda, otros experimentan un fuerte incremento de la misma, haciendo que el sector en cuestión se vea obligado a pisar el acelerador.
Al igual que tantos otros países, España sufrió de lo lindo la escasez de equipos de protección individual durante el comienzo de esta pesadilla que, semana tras semana y mes tras mes, ha llegado ya a su primer aniversario cobrándose por el camino la vida de millones de personas.
Todo parece indicar, por desgracia, que queda mucha guerra por librar, sin embargo, las guerras se ganan batalla a batalla y, por el momento, parece que poco a poco se van aprendiendo las lecciones sacadas de esas primeras batallas.
La ciencia, la tecnología, así como sectores industriales de todo tipo han sido claves durante estos largos meses.
Y es que, ¿qué sería de todos los seres humanos si no se lograse desarrollar una vacuna eficaz? ¿Qué ocurriría si no se consiguiese producir en masa la vacuna?
Responder a la primera de las cuestiones no es necesario, pues es lo que ha venido sucediendo hasta hace apenas unos meses. La respuesta a la segunda es sencilla, tener una vacuna eficaz y no ser capaz de producirla en la cantidad necesaria es lo mismo que no tenerla, pues el lento proceso acabaría igualmente con la vida de miles de personas.
Permanecer unidos y con un mismo objetivo hará que ganemos esta guerra.