GETAFE/A fin de cuentas (25/02/2021) – Estamos todos cansados. Agotados después de un duro año donde nuestro mundo se ha dado la vuelta. Hasta le han puesto nombre a nuestro síndrome: fatiga pandémica, lo llaman. Cansancio extremo, agotamiento mental, hastío y falta de ilusión. ¿Volverán a ser las cosas como antes? ¿Se nos habrá olvidado cómo abrazarnos, cómo relacionarnos?
A las consecuencias físicas que nos ha dejado la enfermedad del coronavirus, se unen también las mentales, que nos acompañarán, estoy segura, mucho más tiempo del que dure la pandemia propiamente dicha. Está siendo difícil asumir la situación, de eso no hay duda, pero debemos encontrar, cada uno de nosotros una pizca de ilusión con la que mirar al futuro.
Las vacunas han cambiado el paradigma social en el que nos movemos aunque todavía no hay una traslación real al estado anímico en el que nos encontramos. Poco a poco iremos recuperando la normalidad. Y mientras eso llega debemos cuidarnos: a nosotros y a nuestros seres queridos. Es el último empujón que hace falta para salir adelante.
Luego vendrá la recuperación, estoy convencida de ello. Es verdad que el riesgo de una grave crisis está ahí, pero los estímulos que se están dando desde el espacio público pueden ser suficientes para que la caída sea breve y se comience a ver una remontada en la economía que se traduciría en un descenso del paro en el corto plazo.
Se abre una ventana de oportunidades. El aumento del presupuesto municipal de un 24% a cargo de la posibilidad de usar los remanentes servirá para revitalizar y consolidar la economía municipal. Será con toda seguridad una legislatura en la que Getafe cambiará su fisionomía. Al proyecto de la Plaza Porticada, que puede dar comienzo en apenas 12 meses, se unirán el Teatro Madrid, un Centro de Día en la antigua sede del Obispado o la puesta en marcha del Polideportivo San Isidro. Las dificultades con las que se han encontrado algunos de estos proyectos, están próximas a superarse y servirán para que el municipio afronte con otro ánimo los años venideros. La ilusión está latente, solo necesitamos dejar que salga. Hoy quiero ser optimista, quiero dejar de estar cansada y mirar con una sonrisa al futuro que nos espera.