GETAFE/Varios (25/02/2021) – Parece que todos los caminos llevan a una modificación deportiva interna en el club azulón, con la posible llegada de un nuevo proyecto ambicioso y con nueva energía suficiente para cambiar el devenir del equipo.
La temporada 2020-2021 está incluso por debajo de las expectativas para un Getafe que se había acostumbrado a brillar en cada uno de los tres anteriores cursos, todos ellos en LaLiga Santander. Un hecho que supone una amplia erosión dentro del club, en donde parece que hace tiempo que soplan vientos de cambio.
El pasado verano sonó muy fuerte en medios como el AS la posible marcha de José Bordalás, artífice del proyecto azulón en los últimos años. Y ante ese revuelo, cuando parecía que podría salir, finalmente el club decidió cerrarle la puerta al técnico alicantino, una decisión que quizás supuso el inicio de este mal curso.
Ya con más de la mitad del calendario oficial de LaLiga Santander 2020-2021 consumido, el equipo del sur de Madrid está muy lejos de donde se le espera, de hecho, peleando casi más por la permanencia que por unos puestos europeos por los que luchó en las tres anteriores campañas en Primera División, alcanzándolo en la 2018-2019 y quedándose a las puertas de ello en las otras dos.
No parece, por lo tanto, una coincidencia el bajón de resultados, teniendo en cuenta que hace un año el Getafe jugaba los octavos de final de la Europa League contra nada menos que el Inter de Milán y que ahora apenas se mantiene a mitad de tabla en LaLiga. Todo esto ha hecho que sus pronósticos en las apuestas de LaLiga Santander se hayan desvanecido, siendo casi uno de los equipos con peores aspiraciones de España.
A partir de aquí, y una vez se consiga la salvación, al presidente Ángel Torres le tocará ir tomando la palabra en las decisiones de club, modificando el guion establecido y comenzando lo que casi con total seguridad parece una limpia del vestuario, para iniciar un nuevo ciclo.
El Geta es un equipo muy cercano a sus aficionados, que nada tiene que ver con sus vecinos en la capital, como son el Atlético de Madrid o el Real Madrid, entidades de mucho mayor poder y repercusión en el fútbol nacional y europeo. Por eso, no se le puede pedir que su objetivo en una temporada sea el de pelear por Europa, o acabar muy arriba en LaLiga, sino más bien todo lo contrario, competir como se pueda e intentar mantenerse lo más alto posible.
Pero la realidad es que el tremendo momento histórico que pasaba la entidad en las anteriores campañas invitaba a ello. Así, fue llegando más dinero a las arcas del Getafe, gracias en parte a patrocinios como el de Tecnocasa, que se mantendrá como su principal espónsor en la camiseta al menos hasta el 2022. Y con ello unos fichajes que han hecho crecer a la plantilla, pero que no han sabido corresponder sobre el césped a lo que Bordalás pretendía de ellos sobre el campo.
Por todo esto, como otras tantas veces ha ocurrido en el club, se espera que Ángel Torres dé con ese nuevo entrenador que sea capaz de restaurar el orden y la tranquilidad a un conjunto tan modesto como lo es el azulón, que trabaje y se gane a ese vestuario, que tantos adeptos tenía con Bordalás, y a partir de ahí intente proezas como las que el alicantino pudo conseguir durante su mandato.
Mientras tanto, a nivel de club, es de esperar que la afición le siga apoyando como en otras épocas recientes algo más duras, que no venían tan bien dadas para el Geta, confiando en el siguiente proyecto que se está montando en un equipo que vive un cambio de ciclo importante y que debería de marcar el devenir de su fútbol en los próximos meses. Ahora solo queda esperar a ver cómo se van sucediendo los acontecimientos y qué es lo que finalmente ocurre con esta entidad madrileña.