GETAFE/Rincón psicológico (22/01/2021) – Durante la última década la adicción a las nuevas tecnologías ha sido muy común en la edad adolescente, pero en los últimos años hay una tendencia creciente de esta adicción en la infancia.
Esto en parte es debido a la facilidad de acceso a los distintos medios tecnológicos como pueden ser móviles, tablets, televisiones, ordenadores, etc. Que en muchas ocasiones son un gran, pero peligroso, aliado para que los padres puedan descansar durante un tiempo.
Del mismo modo, cada vez es más común que los centros educativos utilicen estos medios para las distintas tareas escolares. Sin duda estas tecnologías aplicadas de forma responsable son un gran avance en la mejora del sistema educativo, pero deben estar supervisadas por los progenitores para que no se usen para otros menesteres durante el tiempo de estudio.
Lo primero que hay que entender es que la adicción a las nuevas tecnologías sigue los mismos principios que cualquier otra adicción. Para que se pueda considerar una adicción es necesario que durante un largo periodo se cumplan, al menos, tres de los siguientes condicionantes:
Al margen de estos condicionantes hay otras señales que pueden alertar de la adicción como:
Para evitar que el uso de las nuevas tecnologías pase a ser un problema es necesario educar en su uso responsable desde temprana edad. El tiempo que los menores pasan delante de las diferentes pantallas debe ser controlado por sus progenitores desde que son bebes, ya que cada vez es más común “calmar” a los más pequeños poniéndoles delante de una pantalla.
Se tiene que establecer un horario estricto del tiempo que se usan los distintos medios electrónicos para el ocio, por supuesto, sin contabilizar el tiempo que se usan para fines académicos.
El menor tiene que entender desde el inicio que el tiempo que tiene acceso a estos medios es limitado y está regulado por sus padres, independientemente del tiempo que sus amigos pasen con estos aparatos. Para ello es clave ser consecuente desde el principio y cumplir con los horarios establecidos sin excesivas concesiones.
Si pese a seguir los consejos anteriores el menor presenta una posible adicción a las nuevas tecnologías es necesario buscar ayuda profesional para resolver su problema lo antes posible.
En el tratamiento que reciba el menor se involucrará a toda la familia, siendo necesario establecer una serie de pautas en el entorno familia, fomentando que el paciente tome conciencia de su problema y reciba una reeducación en el uso de las nuevas tecnologías.
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