GETAFE/Varios (17/12/2020) – Pese a que día tras día los medios se empeñan en mostrar imágenes de los distintos crímenes que se suceden en España, lo cierto es que durante los nueve primeros meses del año 2020 y según el Balance de Criminalidad elaborado por el Ministerio del Interior, las infracciones penales descendieron un 20,2% respecto al mismo período del año anterior.
Con todo y pese a la gran caída de la criminalidad motivada fundamentalmente por el obligado confinamiento sufrido durante la primera mitad del año, dichos actos suponen un total de 1.312.481 hechos, de los que 35.213 fueron robos con violencia e intimidación, 77.498 robos en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, 309.313 hurtos, y 19.395 sustracciones de vehículos.
Estas cifras ponen de manifiesto que, pese al elevado descenso experimentado a lo largo del año, siguen siendo muchas las personas que, lamentablemente, siguen sufriendo robos, algo que en algunas ocasiones sería fácilmente evitable si se dispusiera de la seguridad apropiada.
Y es que, en los últimos tiempos no pocos se han visto obligados a blindar sus segundas viviendas, así como otras propiedades para evitar que tanto los amigos de lo ajeno como los okupas hagan el agosto a cuenta del trabajo de los demás.
La instalación de verjas y puertas antiokupas, así como de alarmas y cámaras de seguridad son solo algunas de las múltiples opciones que barajan aquellos que desean incrementar la seguridad de sus viviendas, locales o negocios.
Pero, para lograr la configuración más adecuada y de esta forma saberse seguros es preciso contar con la ayuda de profesionales, así como acudir a tiendas de cámaras de vigilancia en Madrid, o en cualquier otro lugar, que proporcionen todo el material necesario para lograrlo.
Y es que, pese a lo que a priori muchos puedan pensar, la instalación de cámaras de seguridad puede resultar enormemente sencilla dado que muchas de ellas funcionan vía radio, lo que implica que no es necesario el uso de cables.
En cualquier caso, no deja de resultar curioso que, pese al descenso de la criminalidad en España, cada vez más españoles incrementen la seguridad de sus viviendas, negocios y espacios comunes para saberse a salvo y, fundamentalmente, para mantener a salvo a los suyos.