Home / Getafe / La nueva ley de educación. Nuestra aportación a un debate en profundidad
La nueva ley de educación. Nuestra aportación a un debate en profundidad
Por Jesús Pérez, concejal de Más Madrid Compromiso con Getafe el 30 noviembre, 2020@GetafeCapital
GETAFE/Palabra de concejal (30/11/2020) – Durante estas ultimas semanas la modificación de la Ley de Educación ha estado en todos los medios de comunicación y a todas horas. Los intereses de grandes grupos económicos y de la iglesia, y el posicionamiento de algunos medios de comunicación de la derecha, se han traducido en muchas noticias que no responden a la realidad del contenido de la nueva ley.
Los aspectos que se han ido repitiendo machaconamente responden más bien a campañas y posicionamientos ideológicos de lo que la derecha ha entendido durante las ultimas décadas que es su derecho a utilizar fondos públicos para seguir haciendo el gran negocio de la educación concertada y al mismo tiempo ir arrinconando a la educación pública, como único camino para conseguir que el sistema educativo cumpla con ese papel segregador en el que sólo puedan tener acceso a la educación de calidad los que tengan recursos.
Otros, como nosotros y nosotras, desde Más Madrid Compromiso con Getafe, pensamos que la educación pública es una herramienta imprescindible para construir una sociedad integradora y diversa.
Creemos que la nueva ley avanza en algunos aspectos que era imprescindible modificar de la anterior LOMCE y en otros aspectos, desde nuestro punto de vista, no se ha profundizado todo lo que hubiéramos querido y por tanto, queda trabajo por hacer. Esperemos se aborde en el tramite de su aprobación.
Compartimos aquí nuestro análisis de este proyecto de ley para aportar argumentos al debate informado, señalando las aportaciones positivas de esta nueva ley y los aspectos en que entendemos debe avanzar más.
En primer lugar, queremos felicitarnos porque el final de la LOMCE ha llegado.
Consideramos que las objeciones manifestadas por los partidos de la derecha no se ajustan al texto de la nueva ley y son más bien invenciones que tienen como único objetivo defender intereses económicos e ideológicos de una minoría elitista.
En segundo lugar, queremos subrayar las aportaciones positivas que trae la nueva ley de educación, la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE):
Se apuesta por una educación más equitativa, más justa, más inclusiva, más participativa, poniendo como base el Derecho a la Educación y la Convención de los Derechos de la Infancia de la ONU (1989), firmada por España (1990).
Es positivo que se pongan las mismas condiciones de escolarización para que todos los centros educativos financiados con dinero público cumplan con ellas y no discriminen, como se está haciendo ahora, a ningún niño por su condición social o económica.
Pone algunos límites a la tramposa “libertad de elección de centro”, que en realidad es la libertad de selección del alumnado y que discrimina haciendo mayor la brecha social de la desigualdad.
Hace frente a la lacra de la repetición que deja a los más débiles en situación de riesgo de fracaso escolar. Esto exige mayor inversión en apoyos a quien lo necesite para garantizar el éxito escolar de todos.
Se propone la dotación de recursos económicos y profesionales en los centros ordinarios, para que puedan acoger y atender adecuadamente al alumnado con necesidades educativas específicas y para que las familias que quieran puedan llevar a sus hijos con seguridad.
En tercer lugar, creemos que esta ley, que se está tramitando en estos momentos, puede hacer una apuesta más decidida por la escuela pública en muchos aspectos en los que nos parece que debe avanzar más :
Haciendo realidad que la escuela pública garantice el derecho de todos y todas a la educación, que no discrimine a nadie, para que sea un instrumento eficaz de igualación social.
Una apuesta más decidida por la democracia escolar con una representación más equitativa de todos los sectores de la comunidad educativa en el Consejo Escolar, asegurando la autonomía de los centros y con capacidad decisoria en asuntos importantes como la elección del equipo directivo o el proyecto educativo de centro.
Una escuela pública laica que garantice la libertad de conciencia y el respeto a las creencias de todos, como exige una sociedad y un Estado laico y aconfesional. Por ello, la religión confesional debe estar fuera del espacio escolar.
La escuela privada concertada, que es subsidiaria de la escuela pública, ha de ir progresivamente desapareciendo a la medida que el Estado pueda financiar la educación de todos los ciudadanos. Entendemos que la educación es un derecho universal gratuito y no es un bien que se vende en el mercado para quien la puede comprar y con el que se hace negocio. Los defensores de la escuela concertada defienden los intereses de la iniciativa empresarial y de la Iglesia que, como estamos viendo, no les importa la manipulación de la infancia y de las familias para defender sus ganancias y privilegios que creen amenazados con la nueva ley.
Esta ley debe clarificar el aprendizaje de otras lenguas, garantizando el aprendizaje del castellano y las lenguas propias frente a un malentendido bilingüismo que, haciendo del inglés la lengua vehicular en los llamados centros bilingües, está poniendo en peligro los diferentes aprendizajes del currículo, incluido el castellano, y está acentuando la segregación educativa.
Esta ley debería apostar por el profesional único para toda la etapa de infantil. No dejar al primer ciclo de infantil como hermano menor del sistema educativo, casi abandonado al negocio privado.
Es necesaria una financiación suficiente, similar a la de los países de nuestro entorno, para que todo lo anterior sea posible.
Estos y otros aspectos nos parece que son los que se han de abordar para que la ley de educación (LOMLOE) dé la respuesta adecuada a las necesidades educativas de nuestra sociedad.