GETAFE/A fin de cuentas (30/11/2020) – Durante años la izquierda se ha visto lastrada por la incapacidad que tenía para llegar a acuerdos, para unirse en torno a un objetivo común y superior: el bienestar de los ciudadanos. Enfrente, un bloque sólido con las derechas fajadas en torno al PP, ejercía como apisonadora, llegando incluso a gobernar en un municipio tan marcadamente de izquierdas como Getafe. No hace tanto de este escenario. ¡Cuánto han cambiado las cosas! Hoy es el Partido Popular el que navega sin rumbo intentando tapar fugas: un rato hacia la derecha, otro hacia el centro, pero sin encontrar su lugar. Y enfrente, la izquierda se une. Emulando a sus mayores en el Gobierno de la nación, Sara Hernández (PSOE) y Alba Leo (Podemos) han aparcado rencillas y han emprendido una nueva etapa de Gobierno conjunto. No ha sido fácil. Pero ambas han aceptado el reto.
Me decía hace poco un socialista al preguntarle por este pacto: “¿Cómo vamos a estar en contra de que las izquierdas se unan?”. Ha sido un ejercicio de responsabilidad y de generosidad el haber llegado a este acuerdo, que además redundará en una mayor estabilidad. Decíamos hace unas semanas que era el momento del diálogo, de pensar en las necesidades de una sociedad que atraviesa una de las mayores crisis de su historia reciente. Y este pacto de Gobierno tiene mucho de eso.
Ahora tocará asumir responsabilidades y comenzar a trabajar en un frente común, que se aleje de los vaivenes de la mala política, que entorpece hasta el infinito las posibilidades de hacer cosas en pro de los ciudadanos. No hay tiempo que perder, porque este año 2021 que entra, puede ser el de la gran oportunidad para Getafe. Si durante los últimos meses los proyectos se han tenido que guardar en un cajón, para el año que empieza se podrán disponer de 35 millones de euros para acometer todas las reformas pendientes que había en el municipio. El dinero ya está disponible, los proyectos están preparados y es el momento de que Getafe dé un salto cualitativo después de los años en los que ha tenido el freno de mano echado. “Habría que preguntar qué no vamos a hacer”, me decía la alcaldesa al preguntarle por lo que será este año venidero. No perdamos más tiempo en debates vacuos que no llevan a ningún sitio. Será el año del feminismo, de la ecología, de los ciudadanos. Ya es hora de pasar página a este 2020.
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